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Circular al Polvoreda desde Villalfeide. Dolinas y lapiaces.

Sábado, 28 de Octubre de 2017
Hace tiempo que le habíamos prometido a Edu visitar su pueblo y su montaña. Hoy ha llegado ese día, vamos a subir el pico Polvoreda desde Villalfeide.
Bonita vista del pico Polvoreda desde la parte alta del pueblo de Villalfeide
Después de un buen madrugón llegamos sobre las diez de la mañana a Villafeide, bonito y bien conservado pueblo del valle de Torío situado sobre la falda sur del pico Polovoreda.
Villalfeide situado a 900 mts. de altitud, visto desde el inicio de ruta al pico Polvoreda
      Malacosoma neustria (puesta sobre umbelífera)
Salimos de Villalfeide en dirección este, cruzando el puente que salva el arroyo proviniente de la falda sur del macizo de Correcillas, así llamado por los vecinos del pueblo del mismo nombre que se asienta en las estribaciones orientales del pico Polvoreda.

Seguimos una zigzagueante pista que va ascendiendo por la ladera del monte 'La Conforca'.

Edu nos va contando que la popular Carrera Villafeide-Polvoreda, que tiene lugar en el mes de Agosto, en ocasiones, sigue el trazado que llevamos.

Desde el comienzo de ruta tenemos enfrente el Pico Polvoreda (dcha.) y el macizo al que pertenece; uno de los bastiones de la Cordillera Cantábrica visible desde León
Entre altas escobas y brezos nos guía esta pista dejando a nuestra izquierda el Castro Pequeñín, avanzando por una valleja entre el robledal hasta llegar a la collada del paraje conocido como Castro Grande a 1.330 mts. de altura.
Edu y 'Ojolince' van llegando al paraje conocido como Castro Grande a 1.330 mts.
Milvus milvus - Milano real      
En este paraje, nos unimos a una pista proviniente del valle de Valdegallo, que nos hubiera traído hasta aquí ascendiendo paralelos al arroyo que atraviesa Villalfeide, pero igualmente sin darnos respiro.

El robledal se va aclarando a nuestro paso y pronto salimos a campo abierto, encontrándonos de frente la impresionante base rocosa del pico.

      La rocosa falda sur del pico Polvoreda nos recibe
  Edu nos va mostrando la senda entre las fracturadas rocas de esta ladera sur

Avanzamos unos metros más en dirección Este sobre la misma falda del pico, hasta situarnos en el arranque de la ascensión que Edu tan bien se conoce.


Hacia el SE, el valle del arroyo Correcillas, proviniente de las laderas de peña Galicia    
Pyrrhocorax pyrrhocorax - Chova piquirroja    

La rocosa senda no entraña mayor dificultad que la de salvar el importante desnivel de ~ 950 mts., que nos separa de su cima.

Lo que se hace más llevadero en compañía de las acrobáticas Chovas piquirrojas.


Edu y 'Ojolince' sonrientes, entre los lapiaces de la falda sur del Polvoreda
Una mirada hacia el NO, y alcanzamos a ver 'Las Ubiñas'
    Turdus iliacus- Zorzal alirrojo. Los primeros individuos
suelen llegar en Octubre y gustan de áreas rocosas en altura
Después de una media hora ganando altura en dirección Oeste, nos movemos ahora subiendo en dirección norte hacia la cima, entre los lapiaces que conforman su tercio más elevado.

El último tramo de ascensión a la cumbre nos muestra una lejana vista del pueblo de Villalfeide y el persistente humo de un incendio en las cercanías
Edu y 'Ojolince' llegando a la cima, que ya está disfrutando otro montañero
Una hora y cuarenta minutos desde la collada Castro Grande y ya estamos llegando a la cumbre del Polvoreda.

¡No se ha dado nada mal esta ascensión!

Edu y 'Ojolince y Sra.' en la cumbre del pico Polvoreda o Correcillas a 2.007 mts. de altitud, con vista a la Montaña Palentina
Ahora toca disfrutar del momento, el día es limpio y las vistas son espectaculares.
Hacia el sur el páramo Leonés, hacia el este la montaña Palentina, al oeste la sierra del Teleno y Peña Ubiña, al norte San Isidro, pico Huevo, pico Torres, Picos de Europa.
Al fondo Tres Marías, Cirbanal, Las Ubiñas y Fontanes, Peña Rueda, Brañacaballo, Estorbín
Y los otros protagonistas...
      Campanula scheuchzeri - Campanilla,
de hojas basales presentes en la floración
Crocus serotinus - Azafrán de otoño,
de pálidos tépalos
















Emprendemos el camino de descenso
por la ladera oeste, pues Edu nos quiere mostrar las maravillas que encierra este macizo calizo al que pertenece el pico Polvoreda.
A pocos metros de la cima nos encontramos la primera dolina
de este paisaje kárstico sin precedentes
El pico Polvoreda se encuentra al Este del macizo, que vamos a ir recorriendo de E a O
      Fósil sin identificar
El macizo viene desde el pueblo de Villamanín y es atravesado en su centro por el río Torío modelando las hoces de Vegacervera.

Los relieves de este caótico paisaje que vamos a ir disfrutando han sufrido un proceso de modelado kárstico debido a la disolución que el agua ejerce sobre la roca caliza en determinadas condiciones, tanto a nivel superficial como profundo.


Edu y 'Ojolince' localizan un agradable enclave para comer, ahí abajo      
Son las tres, buena hora para reponer fuerzas      

Nos detenemos tras una buena bajada en un amplio collado a 1.765 mts. de altura.

Aprovechamos la forma de una roca a modo de asiento con respaldo incluido, que nos brinda un buen descanso y damos buena cuenta del bocadillo.

Anthus spinoletta - Bisbita alpino

Los amigos de las alturas nos acompañan.

En esta ocasión, un Bisbita alpino que, aunque no muy próximo, se deja retratar por Ojolince.

Media hora más tarde retomamos la andadura, ahora por la falda norte del macizo con la vista puesta en otra gran dolina.

Una gran dolina en la falda norte del macizo de Correcillas      
Avanzamos sin perder demasiada altura, disfrutando de la vista del valle
      Una mirada atrás y ahí está el pico Polvoreda

Los relieves calcáreos de estas montañas están transformados en profundas grietas separadas por cuchillas de roca que se denominan Lapiaces.

Abandonamos las vistas del valle, remontando el macizo hasta volver a ganar altura

Los lapiaces alternan con Dolinas, depresiones de tamaño variable en forma de embudo que facilitan la retención de las aguas y su filtrado de forma lenta.

El paraje que aparece ante nosotros es excepcional ¡Dolinas, lapiaces y simas por doquier!
En constante subi-baja, progresamos 'cual rebecos' por los riscos
A todo ello se suma la presencia de Simas que contribuyen a la inexistencia de vegetación y a la disolución del interior de la montaña, creando cavidades por las que circula el agua, en ocasiones de varios kilómetros, reapareciendo después en las denominadas surgencias kársticas.

Nos encontramos un bonito tramo de cresteo
Con magníficas vistas y grandes simas a ambos lados
El paisaje kárstico es inmenso, se extiende a lo largo y ancho de la vertiente norte del macizo hasta las hoces de Vegacervera
Edu y 'Ojolince' en los últimos resaltes de descenso al collado  
Cansados físicamente, pero no así de estas grandiosas vistas, llegamos a un collado a 1.660 mts.

Una gran fractura en la mole caliza nos va a permitir descender por la vertiente sur al valle de Vegallanos, siguiendo el curso del arroyo que nace en estas laderas.

Una fractura en la montaña caliza nos da paso al amplio valle de Vegallanos
'eSrá' respaldada por los lapiaces del macizo del Polvoreda
Ya en el valle nos unimos a una pista que conduce a una nave ganadera.
Edu y 'eSrá' entran en el robledal de vuelta al pueblo
Desde aquí, como Edu conoce todas las variantes de estos caminos, combina tramos de uno y otro, de manera que el paseo de vuelta a Villalfeide por el robledal resulte más atractivo.
Junto a una de las antiguas explotaciones mineras, la vista del macizo es espectacular
Son casi las siete de la tarde cuando nos aproximamos a Villalfeide por la Praderona 
No hay duda, ha sido una jornada montañera diferente. No sólo por la agradable compañía que llevamos sino también por el ambiente en el que nos hemos desenvuelto, atravesando el caos de los relieves calcáreos que conforman este macizo.
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 13,5 Kms.                  TIEMPO TOTAL -> 8 h.
TIPO DE TRAZADO -> Circular                ASCENSIÓN ACUMULADA -> 1.054 mts.
DIFICULTAD -> Media                 DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
De nuevo, la Montaña Leonesa nos ha sorprendido. ¡Tenemos que volver!
'Ojolince y Sra.'
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**

Miradores de la Palentina. De Resoba a puente Pucherín

Domingo, 22 de Octubre de 2017
Como nos gusta el otoño en la Montaña Palentina, vamos a disfrutar de sus bosques y miradores por el camino a Vega de Liébana que une el valle Estrecho desde Resoba, con el valle de Pineda en puente Pucherín.
Ojolince y Sra.' junto al roble centenario de las Tenadas de Resoba
      Erithacus rubecula - Petirrojo 'cantarín'
Resoba, es un pueblecito enclavado en el valle Estrecho a tan sólo 7 kilómetros de Cervera de Pisuerga, de muy escasa población.

No así sucede en extensión, pues cuenta con los terrenos más amplios de toda la provincia, regados por cuatro ríos: el Carrión, el Pisuerga, el Morales (Resoba) y el Monderío.

Partimos de Resoba a 1.090 mts., entre bosques y montañas del valle Estrecho    
Aegithalos caudatus - Mito      

Desde la plaza de la fuente, donde aparcamos, tomamos un camino en dirección este que nos lleva al cementerio.

Bordeamos el cementerio virando hacia el norte y en 250 mts. nos encontramos con un cruce.


Podarcis muralis - Lagartija roquera

Nuestro camino sigue de frente, en dirección norte, pues vamos a ir ganando altura por el antiguo camino a Vega de Liébana, hoy en desuso.

'eSrá' disfrutando del paisaje desde el antiguo trazado a Vega de Liébana.
Al fondo peña Escrita y Santa Lucía; A la derecha asoma el Curavacas   
Dendrocopos major - Pico picapinos      

Un kilómetro y medio más arriba nos unimos a una pista que, en dirección NO, nos eleva por el paraje conocido como La Loma, entre ejemplares jóvenes de roble albar.

¡Qué agradable es descubrir la presencia de Trepador azul y de Pico picapinos!

A la izquierda llevamos la silueta de la sierra de la Peña, el gigante dormido de valle Estrecho
    Lampides boeticus - Canela estriada

No llevamos una hora de camino cuando a nuestra derecha comienza a asomar el valle de Monderío y las elevaciones monte del Obispo y monte de Los Cintos que sabemos interesantes por su diversidad y dejamos pendientes para futura ocasión.

A la izquierda tenemos ahora un espectacular mirador natural a la peña Santa Lucía.

Disfrutamos del conglomerado de valles, cortados, bosques y arroyos que caen hacia el valle del río Resoba.


Vista de la peña Santa Lucía desde el mirador natural (1.380 mts.), frente al monte de Los Cintos
      Grupo de Ciervos
Dejamos atrás el privilegiado mirador y el monte Los Cintos para seguir recorrido mediante una amplia curva a izquierda hasta llegar a la collada Bajera a 1.450 mts. donde tenemos otro mirador ¡Y qué vistas!

De frente, hacia el norte, la peña Carazo.
Al este, la sierra de Peñalabra.
Hacia el sureste el hermoso valle del arroyo Milares.

Al fondo, Peña Carazo donde subiéramos hace pocas fechas. La crónica en: PEÑA CARAZO Y HORCA DE LORES 
El valle del arroyo Milares y las sierras de Peñalabra y la Cebollera, al fondo
Ramillete de Crocus serotinus     
Las escarpadas paredes norte del monte de Milares, con su máxima elevación 'Los Cintos', son refugio de centenarios robles, bosquetes de tilos e importantes acebedas, por lo que se considera un entorno privilegiado para ciertas especies animales que tienen aquí su refugio.

Poca distancia recorremos por este buen camino y vemos asomar a las Tenadas de Resoba, presididas por su centenario roble, que asoma dentro del recinto.

El roblón de la Tenada es un magnífico ejemplar de Roble albar (Quercus petraea) de más de 500 años,15 mts. de altura y 7 de perímetro en la base
      Atlantarctia tigrina - Gitana atigrada (oruga)
Su amplia copa da cobijo a los viejos tapiales de la Tenada, convirtiéndose por ello en un árbol singular, recogido en el libro de los árboles singulares de Castilla y León.

No llega a la una del mediodía, así pues continuamos lo que nos falta por ascender para alcanzar los 1.520 mts. del collado de las Doncellas.

Desde el collado de las Doncellas disfrutamos de una bonita vista del valle de Valdecerezo que da paso a Pineda
Vamos bajando en tranquilo paseo por la pista que zigzaguea por este bonito valle del arroyo Valdecerezo.
'eSrá' en la pista que desciende al valle de Pineda, con la escultural silueta
del Espigüete de fondo
Abajo, el valle de Pineda a los pies del pico Las Lagunillas    

Escasa media hora nos lleva este trayecto y pronto nos vemos disfrutando de las estribaciones del pico Las Lagunillas y las frescas aguas del joven río Carrión.

El río Carrión nace en Fuentes Carrionas, laguna enclavada en un circo glaciar, aguas arriba por el valle de Pineda
      Emberiza cia - Escribano montesino
Avanzamos junto al Carrión aguas abajo, hacia el pueblo de Vidrieros, hasta llegar a puente Pucherín, donde paramos a comer.

El rumor de las aguas, el canto de mirlos, currucas y escribanos y el bonito baile de una lavandera cascadeña junto a la orilla nos tienen distraídos durante el almuerzo.

Colias crocea - Colias común    

Es un lugar agradable y bastante frecuentado por ciclistas, paseantes y amigos de la naturaleza en general.

Tres cuartos de hora más tarde, emprendemos el regreso.

'eSrá' al comienzo del valle de Valdecerezo, por donde vamos a ascender al collado de las Doncellas
       Potro junto a su madre
Durante la bajada a Pineda desde el collado de las Doncellas nos pareció interesante reconocer el valle de Valdecerezo y, por ello, vamos a subir por él de vuelta al collado.

Atravesado un cerramiento que guarda una ganadería caballar, continuamos valle arriba disfrutando de los verdes pastos que riegan el sinuoso curso del arroyo de Valdecerezo.

Un pinar de repoblación a la derecha y arbolado de ribera a ambos lados del valle
Sauces, Cerezos, Acebos, Mostajos, Espinos, Escobas y Brezos
nos cierran el paso durante la ascensión
El arroyo de Valdecerezo tan pronto aparece como discurre subterráneo.
Sus aguas crean zonas encharcadas y turberas que preservan abundante vegetación,
aún en esta época del año
Hayas y robles vuelven a tomar preponderancia. Estamos llegando al collado de las Doncellas.
'eSrá.' llega al collado de las Doncellas, desde donde volvemos a ver
la esbelta figura del Espigüete
Cicindela maroccana - Cicindela o Escarabajo tigre      
Desde aquí el camino es bien conocido y, como la temperatura y el día acompañan, aprovechamos el paseo de vuelta hasta bien entrada la tarde.

No es difícil ver una Cicindela o Escarabajo tigre, que con sus grandes ojos busca una presa que atrapar con sus fuertes mandíbulas.


Podalonia hirsusta - Avispa excavadora
O una Avispa excavadora a la que favorece su actividad la buena temperatura de la tarde.

Quizá aún esté a tiempo de paralizar con el veneno de su aguijón a alguna larva de mariposa, para llevarla al nido excavado en la tierra donde depositará un solo huevo que, tras eclosionar, podrá alimentarse de esa larva.

Vamos encontrando todas las tonalidades del otoño
Y algún ejemplar de Ciervo que nos sorprende al salto...
Otros, nos saludan al paso...
Casi sin darnos cuenta nos vamos aproximando a Resoba, dando por finalizado el paseo de 'Los Miradores de la Palentina'.
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 16,50 Kms.                       ASCENSIÓN ACUMULADA -> 574 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Lineal (ida y vuelta)                        DURACIÓN -> 7 h. 20'
DIFICULTAD -> Fácil                                        DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
'Ojolince y Sra.'
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**