Sábado, 9 de Junio de 2012
Nos reunimos de nuevo con los amigos de Cantabria: Silvia, Ángel Aves de la ría de Ajo y Javier El oteadero de Javi para hacer una toma de contacto con la Montaña Palentina (vieja amiga de ojolince y sra.) y gran desconocida para nuestros amigos.Emberiza citrinella - Escribano cerillo
Así pues, les llevamos a descubrir los impresionantes paisajes y biodiversidad que atesoran las faldas del Espigüete en primavera... sin desmerecer, por supuesto, la que presenta el resto del año.
Reunido el grupo en Alba de los Cardaños, llegamos al aparcamiento de Pino Llano que se sitúa a los pies de 'la gran cumbre' sobre las diez y media, encontrándonos la montaña bastante amenazante de lluvia y engullida en una persistente neblina que nos privaba de las vistas.
De izquierda a derecha: Javier, Silvia, Ángel y 'ojolince' al comienzo de la senda de la cascada de Mazobres
Aún así, empredemos nuestro camino siguiendo el curso del arroyo Mazobres para dirigirnos al refugio que alberga la cara norte del Espigüete.
Berberis vulgaris - Agracejo en flor
El sinuoso trazado nos permite disfrutar de los cantos de curruca mosquitera Sylvia borin y curruca zarcera Sylvia communis , además de la frecuente presencia de acentor y tarabilla común.A un tiempo, ambas riberas del arroyo nos muestran una rica vegetación de salicáceas y oleáceas como el labiérnago Phillyrea angustifolia, acompañadas del abundante agracejo Berberis vulgaris que se da por la zona y, en estas fechas, está verdaderamente exultante.
Paeonia officinalis - Peonía ó Rosa de monte
Son numerosas las herbáceas que nos vamos encontrando por esta cómoda senda de Mazobres...
Desde las llamativas peonías, los coloridos nomeolvides Myosotis alpestris y cariofiláceas como el ericillo Arenaria erinacea y la clavelina Dianthus deltoides; también estrelladas Stellaria holostea, además de las hojas basales de la dedalera conocida como calzas de lobo Digitalis parviflora que florecerá en abundancia más entrada la estación estival.
Myosotis alpestris - nomeolvides Erysimum duriaei
Las laderas montanas, a ambos lados del arroyo, nos ofrecen una visión multicolor dominada por los amarillos de las carquesas Genistella tridentata, rosados del brezo Erica australis e importantes manchas blancas de la Erica arbórea, plenamente floridas.
Unas veces refrescados por la lluvia y otras acalorados por la ascesión, alcanzamos el refugio desde donde nos planteamos una pequeña subida por la falda norte del Espigüete.
Nuestra intención es la de localizar el treparriscos o alguna de las aves alpinas que pueblan estos lares.
¡Tarea arduo difícil! pues esta montaña presenta innumerables paredes propicias para la presencia de estas aves.
Seguimos una senda 'jitada', que debe tratarse de una de las vías de ascensión al pico por su cara norte; puestos los cinco sentidos en la ascensión nos vamos encontrando una rica muestra vegetal...
Ajuga pyramidalis - Búgula Matthiola fructiculosa - Palomita
El arbolado, a medida que ganamos altura, se ve reducido a rebrotes y pequeñas manchas de un antiguo hayedo Fagus sylvatica y abedular Betula pubescens; algunos ejemplares de mostajo Sorbus aria y serbal de los cazadores Sorbus aucuparia.
Barbarea intermedia - Hierba de Santa Bárbara
Durante la ascensión también resulta abundante la plumbaginácea denominada candelas de montaña, Armeria castellana.
Llegamos a una planicie desde la que se dominan varias paredes verticales con sus correpondientes pedreras. ¡¡Este puede ser el lugar!!
En el trayecto hemos venido escuchando escribanos cerillo y montesino además de colirrojo tizón.
Aquí arriba se hace patente la presencia de una pareja de alcaudón dorsirrojo cuya faena observamos durante un buen rato.
El roquero rojo es detectado aún a más altura; además de la presencia de avión roquero, cuervo, buitre leonado y las habituales chovas piquigualdas.
El tiempo no nos da tregua y las nubes nos cubren completamente rociándonos con una fina lluvia. Desistimos en nuestro empeño y emprendemos la bajada.
Descendemos hacia la pradería donde se asienta el refugio de Mazobres
Y, de nuevo en las inmediaciones del refugio, nos tomamos unos minutos para reconocerle.. se encuentra en buen estado, es amplio, con posibilidad de ocupar los dos niveles... alguien ha hecho fuego en su chimenea esta mañana, pues aún está humeante...
Lamium album - Ortiga blanca
Junto al refugio existe una antigua laguna cubierta de vegetación y una fuente-abrevadero con aguas limpias y frescas.
Esta agua discurre ladera abajo y paralela a este arroyo tomamos una senda que nos llevará a unirnos con la de regreso al aparcamiento.
En los bordes del curso de agua encontramos labiadas como la ortiga blanca Lamium album y la grasilla Pinguicula grandiflora; también ranunculáceas propias de este hábitat como los calderones Trollius europaeus y bonitas escrofulariáceas como los gallaritos Pedicularis verticillata.
Trollius europaeus - Calderones Pedicularis verticillata - Gallaritos
Un tímido sol hace su aparición cuando estamos a escasos metros del aparcamiento donde nos reciben dos mariposas que no solemos ver habitualmente.
Polyommatus dorylas - niña turquesa Odezia atrata
Después del almuerzo, el tiempo nos da una tregua lo que permite que disfrutemos de un pequeño recorrido por la senda que sube a la poza de las Lomas.
Cirsium palustre
De esta forma, Silvia, Angel y Javier comienzan a descubrir la belleza que atesora la Montaña Palentina y deja de ser, para ellos, esa gran desconocida.
Pronto repetiremos, amigos...
A ver si hay mejor suerte y el tiempo nos deja disfrutar de una jornada completa de 'pajareo' y demás...
Desde aquí os mandamos un saludo a todos los lectores y seguidores.
Hasta pronto.
Ojolince y sra.