Viernes, 1 de Noviembre de 2013
Castillo-iglesia de Turégano desde su Plaza MayorVamos a sacarle partido al día de todos los Santos y para ello estamos tempranito en la noble villa segoviana de Turégano.
En uno de los populares cafés de la plaza nos informan amablemente, dónde aprovisionarnos de pan para el bocata y, hecho esto, nos dirigimos a Peñarrubias de Pirón.
Junto al río Pirón a su paso por Peñarrubias de Pirón, dejamos nuestro vehículo
En este pequeño pueblecito es donde damos comienzo nuestra 'circular' pensada para el día de hoy.Hace unos años conocimos la existencia de estos cañones que, no por menos nombrados son de menor interés, y nos decidimos a visitarles.
Quedamos gratamente impresionados y por ello hoy, tenemos intención de realizar nuevamente esta ruta, sin dejar un rincón por explorar.
A la salida de Peñarrubias de Pirón el camino se bifurca, tomamos el de la dcha.
El día está completamente cubierto aunque la temperatura no puede ser mejor.Ruta señalizada como SENDAS DEL RÍO PIRÓN
El camino se encuentra señalizado aunque, por desgracia, muchos de los letreros están arrancados o partidos, en cualquier caso no tiene pérdida.
Tras tomar un nuevo desvío a nuestra izquierda, nos encontramos, de nuevo, con el Pirón en un bellísimo entorno del bosque de ribera, en uno de sus mejores momentos.
Al otro lado del río se distinguen las ruinas del Molino de Covatillas que tenemos intención de visitar a la vuelta.
Bosque de galería que sigue el curso del río Pirón
Chopos, fresnos, sauces, avellanos, acebos, endrinos, labiérnagos... y un increíble tapiz de hoja sobre el que pisamos, nos recrea constantemente la vista.Puente de Covatillas, parte del camino real de Turégano a Segovia
El Puente de Covatillas da acceso al Caserío del mismo nombre, que también pensamos reconocer a la vuelta.
eSrá junto a la Fuente de las Covatillas
Seguimos por la margen derecha y, a escasos metros de este lugar, se encuentra la Fuente de las Covatillas.
Esculpido en el dintel, aún conserva el escudo de una noble familia, además de unos bonitos leones tallados a modo de gárgolas en la piedra.
Un remanso de paz y belleza se respira junto a las tranquilas aguas del Pirón
Al paso de las aguas vamos descubriendo un paisaje lleno de contrastes
Son pocas las personas que nos estamos encontrando (un grupo familiar y otro de ciclistas, hasta el momento) y nos resulta extraño...
...Este lugar es un deleite para los sentidos y el recorrido no tiene ninguna dificultad por lo que animamos a los lectores a conocerlo.
Atravesamos una chopera con sus hojas caedizas de tonalidades verde-amarillentas
De un momento a otro, pasamos de los verdes y ocres de la ribera del río, a los rojos y anaranjados de la piedra caliza y a los amarillos de la chopera.
Un micromundo se esconde entre el manto de hojarasca, donde podemos reconocer algunas especies de Mycena y Pleurotus.
Farallones rocosos de piedra caliza sobre el valle del río Pirón
Tras atravesar la chopera salimos a campo abierto donde, aunque poco, aumenta la claridad del día.De este modo, contemplamos a placer los farallones rocosos de piedra caliza donde se asientan encinas, quejigos y una buena población de sabinas que se alzan gráciles, por las empinadas laderas del cañón.
Siguiendo el curso del río, elevada sobre la ladera derecha, localizamos la ermita de Santiaguillo
Interior de la ermita de Santiago o Santiaguillo
Aprovechando una de las solapas rocosas de la ladera caliza, está construída esta pequeña ermita en honor a Santiago, que data de época medieval.
Se caracteriza por su austeridad y sencillez, calificativos propios de la fuerza espiritual del lugar.
La vista desde la ermita refleja la soledad y el silencio del retiro en este paraje
Retomamos el camino por el valle del río Pirón, donde la señalización nos indica que vamos en dirección al pueblo Losana de Pirón.
Milvus milvus - Milano real
Si bien al comienzo de la mañana eran las pequeñas aves las encargadas de amenizar el paseo... colirrojo, petirrojo, mirlo, zorzal charlo y hasta un pito real que nos cruzó fugazmente tras emitir su reclamo.
Ahora le toca el turno a los buitres leonados que ya ciclean sobre nuestras cabezas.
Amanita vittadinii - Amanita escamosa (especie rara)
Un pareja de milano real, un ratonero, un cuarteto de chova piquirroja y un águila real joven, también hacen su aparición durante este trayecto.
El cañón se va ensanchando y dando lugar a amplias praderías donde localizamos algunos 'champis' que viene recolectando un pastor y esta especie de Amanita poco frecuente, Amanita vittadinii.
Praderías del cañón del río Pirón donde se alimenta el ganado de los pueblos aledaños
Vamos llegando al fondo del cañón, y es aquí donde abandonamos el curso del río Pirón.
Encinar que atravesamos hacia Losana de Pirón
La vereda que conduce a Losana de Pirón se empina, introduciéndonos en un bonito encinar que también cuenta con mucha vida...
...Ratonero común, mirlo común, petirrojo, carbonero común, escribano soteño, mito, herrerillo y un inquieto mosquitero común son buena muestra de ello.
Clitocybe odora - Seta de anís
Otro entretenimiento son las especies de setas que, en la mayor parte de los casos, no somos capaces de reconocer.
Además de las citadas Mycena sp. vemos varios ejemplares de la anisada o seta de anís Clitocybe odora... curiosa especie de coloración verde-azulada y con un intenso olor a anís.
Lycaena phlaeas - Manto bicolor
Es cerca de la una del mediodía...
... y aún nos sorprende el vuelo de algún pequeño licénido que apura, en estos días, el tímido néctar de las últimas hierbas de Santiago florecidas.
A la salida de este encinar, en las proximidades de Losana, el paisaje comienza a transformarse.
Además de las citadas Mycena sp. vemos varios ejemplares de la anisada o seta de anís Clitocybe odora... curiosa especie de coloración verde-azulada y con un intenso olor a anís.
Lycaena phlaeas - Manto bicolor
Es cerca de la una del mediodía...
... y aún nos sorprende el vuelo de algún pequeño licénido que apura, en estos días, el tímido néctar de las últimas hierbas de Santiago florecidas.
A la salida de este encinar, en las proximidades de Losana, el paisaje comienza a transformarse.
El perfil de la sierra de Guadarrama (Sietepicos, Peña el Águila, Mujer Muerta) a la salida del encinar
Galerida cristata - Cogujada comúnLas tierras de labor se combinan con áreas deforestadas de matorral y terrenos en baldío...
... éste es el lugar donde nos recibe una cantarina cogujada común en su piedra favorita, desde dónde defiende su territorio.
Vista de Losana de Pirón, al que no visitaremos en el día de hoy
Miliaria calandra - Triguero
Tomamos una pista que nos dirige directamente al fondo del valle del río Viejo.
Colias crocea - Colias común
Entre rosales, zarzamoras, endrinos y espinos, en alternancia con las primeras sabinas, avanzamos levantando bandos inmensos de pardillos, pinzones y trigueros; además de las sonoras aláudidas.
Trazamos, ya sin senda, un rápido descenso hacia el fondo del valle y cruzamos el cauce seco del río Viejo.
Ojolince busca la mejor manera de bajar al valle del río Viejo
Encontramos un buen camino que discurre paralelo al río Viejo y ya no se perderá hasta su unión con el Pirón. Poco más adelante está la vivienda de Máximo, que vamos a visitar.
Ladera con almendros por donde ascendemos hacia la vivienda de Máximo
Es interesante y curiosa la visita a lo que han denominado El Corral de Máximo (así indicado en una tablilla que hoy no encontramos).
Interior de la casa-cueva de Máximo
Máximo, allá por los años cincuenta, se construyó su hogar en la ladera de este cañón.La entrada a la casa-cueva está en la parte más alta y habrá que subir toda la ladera donde nos vamos encontrando sillares de piedra y pequeñas tapias que delimitan el lugar donde cuidaba su ganado y cultivaba.
En el interior hay estancias que hacen las veces de habitaciones, cocina, salón y se conservan los vestigios de lo que fueron dos chimeneas y numerosos estantes y vasares.
Tras la visita a la casa, continuamos a media ladera de este cañón, ganando altura para alcanzar su meseta superior.
Vistas gratificantes del cañón del Río Viejo según avanzamos hacia La Torca
La Torca. 'eSrá' ha elegido este lugar para comer
Transitamos por la pedregosa meseta disfrutando de las inmejorables vistas del cañón que desde aquí se obtienen, hasta situarnos en la parte superior de La Torca.Este gran agujero se ha formado tras el desplome del techo de una enorme bóveda subterránea, seguramente como el resto de las cuevas de la zona, por la acción del agua sobre la piedra caliza.
Tras el almuerzo y las fotos de rigor, nos ponemos en pie... 'con cuidadito no vaya a ser que se desmigue una piedra'.
Tomamos un sendero que viene del camino junto al río Viejo que abandonáramos para visitar el corral de Máximo.
Mediante él, descendemos al fondo del valle.
eSrá en el sendero de descenso al valle del río Viejo desde La Torca
Poco trayecto nos resta para llegar al lugar donde se ubica La Cueva de la Mora, cuyo letrero indicativo está en pié, aunque muy deteriorado.
Sepulcro del niño moro, en el interior de la cueva
En las inmediaciones de la cueva emerge un manantial de aguas frescas y
cristalinas desde donde, y de nuevo ganando altura sobre el farallón
rocoso, se alcanza la pequeña boca de la cueva.El acceso al interior no es difícil y nos permite observar el hueco que, según cuentan, se corresponde con el nicho donde fue enterrado un niño moro.
'Ojolince y Sra.' en el balcón de la Cueva de la Mora
En su interior casi no podemos ponernos de pie, pero merece la pena
deslizarnos hasta el balcón donde contemplar una de las mejores
panorámicas de este cañón.
Vista del cañón del río Viejo desde el balcón de la Cueva de la Mora
Volvemos sobre nuestros pasos y descendemos el farallón de la cueva de
la Mora para seguir el sendero del valle hasta la siguiente cueva
visitable...
eSrá en la boca de la cueva del cañón del río Viejo
No conocemos el nombre de esta cueva ni tenemos información al respecto pero, da la impresión de que ésta y La Cueva de la Vaquera, que está al otro lado de este cortado y es visitable, se comunican de algún modo.
Nos colocamos los frontales y damos unos pasos hacia el interior para comprobar como, poco a poco, va cerrando su pasillo hasta que no podemos seguir avanzando de pie.
Puede resultar una visita interesante, habrá que informarse al respecto... aunque, por el momento, nos conformaremos con lo visto.
A la salida de la cueva, el cañón del río Viejo
El cauce del río Viejo, poco antes de desembocar en el Pirón, rodea al farallón que alberga la cueva anterior; nuestro sendero le sigue y tras pasar una portilla metálica, accedemos al camino que nos lleva a la Cueva de La Vaquera.
Boca de entrada a La Cueva de la Vaquera en el cañón del río Pirón
Cavidad interior de La Cueva de la VaqueraLos cañones del río Viejo y Pirón están formados por laderas calizas que han dado lugar a cortados rocosos de apariencia quebradiza atravesados por un sinfín de cavidades.
Es el resultado del proceso de carstificación a lo largo del tiempo, a través del cual la roca caliza, compuesta en su mayor parte por carbonato cálcico, se disuelve al reaccionar con el dióxido de carbono.
Enfrente de La Cueva de la Vaquera se encuentra la ermita de Santiaguillo
El resultado es un paisaje perforado en cuyo interior puede circular el agua a través de galerías, lo que le confiere ese aspecto tan característico.
A la salida de La Cueva de La Vaquera tenemos justo enfrente la ermita de Santiaguillo, que visitamos esta mañana.
Retomamos el sendero de vuelta a Peñarrubias de Pirón, junto al cauce del río Pirón
Poco a poco vamos retornando... en principio siguiendo el sendero por la misma margen del Pirón, que llevásemos esta mañana.eSrá junto a una de las señalizaciones de las Sendas del Río Pirón
En cuanto encontramos la manera, le cruzamos para transitar por la margen opuesta entre sabinas, quejigos y encinas.
El camino que llevamos se nota que tiene un mayor tránsito, incluido el de vehículos.
Sin separarnos del Pirón e inmersos en este bosque, llegamos al Caserío de Covatillas.
Puente de Covatillas s.XVI de piedra caliza, visto desde el Caserío
Ruinas del Molino de Covatillas s. XIX
Del que fuera el importante Caserío de los Marqueses de Covatillas s.XVIII, tan sólo quedan
los viejos muros de varias construcciones de entre las que destaca la casa solariega que se eleva sobre una ladera.
Menos de un kilómetro nos separa del antiguo Molino de Covatillas al que le sucede lo mismo que al Caserío y se encuentra sumido en un importante abandono y deterioro, resultando algo peligroso recorrer sus recintos hundidos.
En este lugar el río Pirón viene con buen caudal y, al no encontrar la manera de cruzarle sin darnos un chapuzón, volvemos sobre nuestros pasos para atravesarle por el puente de Covatillas, regresando a Peñarrubias por el camino de esta mañana.
Vemos aparecer en lontananza, el pueblo de Peñarrubias de Pirón
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en línea roja
DISTANCIA TOTAL -> 17 Kms.TIPO DE TRAZADO -> Parcialmente Circular
ASCENSIÓN ACUMULADA -> 342 mts.
DIFICULTAD -> Baja
TIEMPO TOTAL -> 7 Horas
DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
Una ruta amena, variada y de ambiente otoñal... ¡Muy recomendable para toda la familia!Un saludo. Ojolince y Sra.
Magnífico recorrido. Contrasta el verde con el ocre de la tierra, todo en gran armonía. Un placer leerte. Un saludo.
ResponderEliminarArmonía en silencio fue lo que disfrutamos durante la mayor parte del recorrido. Una maravilla para el cuerpo y, como no, la mente.
EliminarMuchas gracias, Fernando.
Muy buen paseo el que os disteis amigos y muy buenas fotos. Parece una ruta prometedora para primavera
ResponderEliminarNo hemos visitado estos cañones en primavera pero, como dices, seguramente nos pueda deparar buenas sorpresas.
EliminarUn saludo.
Muy interesante y amena ruta la que nos mostráis. Por mi parte no tenía conocimiento de estos valles y ahora con esta bonita reseña no hay que descartar de que algún día nos animemos a perdernos por unas horas en estos singulares parajes.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Javier
Recorrer cañones que excavan los ríos en las tierras calizas es una experiencia singular que, para los aficionados como 'Ojolince y Sra.' a la naturaleza en general, resultan de un atractivo especial pues reúnen el combinado perfecto de nuestras aficiones varias.
EliminarCuando quieras puedes venir a visitarnos y con agrado te enseñaremos aquellos que conocemos o a los que les hemos dedicado mayor estudio. ¡No te defraudarán!
Un abrazo, Javier.
Muy guapas las fotos, sobretodo las del río cubierto por las hojas. Las formaciones rocosas me recuerdan al cañón del río Lobos, donde estuve este verano.
ResponderEliminarClaro Bea, se le parecen porque se originaron por un proceso semejante. El cañón del río Lobos tiene un gran atractivo ya que estas formaciones son más espectaculares, si cabe.
EliminarGracias por tu visita.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Interesante ruta de la que había oído hablar. La contáis de forma muy detallada y completa. Estoy seguro que los de lugar os lo agradecerán. Las fotos de la entrada son muy buenas. Algunas me gustan mucho. El lugar estaba precioso. Un abrazo
ResponderEliminarSi que lo estaba, Dani. Pillamos el otoño en su esplendor aunque el día tan cubierto no ayudó para la muestra gráfica.
EliminarEstos cañones son poco conocidos y, por tanto poco frecuentados y eso que hay, en el mismo pueblo de Peñarrubias, una casa rural con buen comedor.
Nos alegra que te haya gustado la forma en que compartimos la ruta y las fotografías pues, viniendo de ti... para nosotros supone un enorme halago.
Un abrazo.
Qué preciosas estampas otoñales.. Estáis muy guapos ahí en vuestra caverna.. ja. Un abrazo majos..
ResponderEliminarEl balcón de la Cueva de la Mora es un lugar que invita a quedarse, aunque la cueva no es precisamente acogedora.
EliminarMuchas gracias... tú que nos ves con buenos ojos!!
Un saludillo.
Otra zona que solo conozco de oidas y hace tiempo que tengo intencion de visitar, ahora con el track lo tengo mas facil. Un saludo
ResponderEliminarSe nos acumula el trabajo, eh?
EliminarEso es bueno, dejar siempre un objetivo (o más) pendientes; ésta, en otoño o primavera, no te defraudará.
Un saludo.
Hace al menos 25 años que recorrí esta espléndida zona que nos relatas por el Valle del Pirón y no conservo ninguna foto del lugar. Con tu resumen, se vuelven a abrir las ganas de hacer una pequeña incursión por este fabuloso y maravilloso entorno que el otoño ha vestido con sus mejores galas y que magistralmente nos detallas.
ResponderEliminarComo siempre, un placer leerte y aprender de tus magníficas aventuras.
Un saludo afectuoso.
Lanchero... es que te sucede como a 'Ojolince y Sra.'... que ya vamos teniendo una edad y llevamos tiempo recorriendo el monte... desde cuando no existían las digitales y hacer fotos era costoso y caro.
EliminarPues nada, ánimate a repetirla y ten por seguro que a ti y a tu comando os gustará sobremanera.
Nosotros también tenemos muchas de las tuyas 'en cartera' y, poco a poco, intentaremos llevarlas a buen puerto.
'Ojolince y Sra.' os saludamos a ti y al Comando Senderista.
Vaya paisaje otoñal tan chulo ¡
ResponderEliminarUn lugar encantador desde luego.
Menudos rincones tan interesantes mostráis a vuestros seguidores.
Para tener en cuenta cuando visitemos Segovia. -¡Vaya que sí!-
Un saludo:
Kike
Debemos agradecérselo a la riqueza y biodiversidad de nuestra tierra que es quién nos proporciona ese placer de descubrir rincones como éste de Segovia y muchos otros, salpicados a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional.
EliminarComo muchas veces comentamos, cuando salimos juntos al monte... Qué necesidad tenemos de salir fuera, con lo que aún nos queda por descubrir en casa??
Un abrazo, Kike.