Domingo, 17 de Enero de 2016
Como el año no se está prodigando en nieve, hoy va a ser el primer día que 'Ojolince y Sra.' disfrutemos de los paisajes invernales de la Montaña Palentina.
Luis inmortaliza a 'Ojolince y Sra.' con el Curavacas entre nuestras cabezas
A instancia del buen amigo Luis Naturaleza de la Valdavia, nos acercamos hasta el pequeño pueblo de Lores en la comarca de la Pernía, al norte de la provincia de Palencia.
Comenzamos a caminar temprano, a eso de las nueve, pues la ruta es larga y más aún con la nieve nueva, con la que hemos de lidiar.
Salimos del pueblo atravesando la Casa del Arco que nos permite tomar el camino hacia el Molino y las Tenadas de Lores.
En dirección oeste vamos a ir remontando el valle del arroyo Gerino, llevando éste siempre a nuestra izquierda.
Peña Carazo (izda.) y Horca de Lores (Carazuelo y el Castro) asoman al fondo
Seguimos las marcadas roderas de algún vehículo que nos ha precedido esta mañana.
Plecóptero junto al curso de agua (Mosca de las piedras)
Más interesante nos resulta el reconocimiento de numerosas huellas de liebre, corzo, ciervo, jabalí además de aves y rodedores varios, que han dejado bien marcada su seña de identidad.
Vamos en compañía de un perro sabueso que sigue nuestros pasos un buen rato, hasta que su olfato le hace localizar un rastro más interesante y nos abandona monte arriba.
Distinguimos el pequeño Molino en el curso del arroyo, hasta donde baja el arbolado del tupido monte de Lores.
Poco después, llegamos a las Tenadas que dejamos a nuestra derecha, comenzando a afrontar los repechos que nos permitan alcanzar el collado Gerino.
Luis y 'eSrá' ganando metros al serpenteante camino
La carencia de viento y el empinado sendero hacen que nos despojemos de una capa de ropa enseguida, volviendo la mirada para contemplar el valle recorrido.
Valle del arroyo Gerino y bosques de Lores. Al fondo, la sierra de PeñaLabra parcialmente cubierta por las nubes
Dedos de hielo junto al arroyo
Aún es temprano, pero parece difícil que el sol cobre la fuerza suficiente para abrirse paso entre la densa nubosidad e iluminarnos el paseo.
Un esfuerzo más y el repecho acaba con esta magnífica vista.
El Arauz viene bien crecido y no nos resulta fácil atravesarle
Y nos encontramos con el caudaloso arroyo Arauz que nos obliga a seguirle curso arriba, buscando la mejor manera de vadearle.
El arroyo Lezna, se une aquí al arroyo Pumar. Ambos ceden sus aguas al Arauz que tanto nos ha costado atravesar, hace unos minutos.
Dejamos a nuestra izquierda el arroyo Lezna para avanzar por lo que parece una pista con buena cantidad de nieve.
Ganándole metros a la Mesa del Picorrillo, nos separamos de la pista, lo que nos obliga a pelearnos durante un buen rato con altas escobas.
Decidimos que ya es hora de calzarnos las raquetas que hasta ahora hemos venido porteando.
Hay una buena cantidad de nieve en estas laderas y, a esta hora, el sol ha conseguido ablandarla.
Luis y 'eSrá' en un claro de escobas, con vista a Horca de Lores
'eSrá' a la salida del mar de escobas
A eso de los 1.800 mts. salimos de las altas escobas y caminamos con mayor comodidad sobre una nieve ya endurecida.
Tenemos enfrente al Pico Lezna, del que nos separa el valle del arroyo que lleva su nombre, al tener en la ladera de éste, su nacimiento.
'Ojolince', el canalón del Picorrillo y el pico Lezna
Es en este momento cuando nos planteamos la mejor manera para ascender.
El pico Lezna y la vaguada del arroyo Lezna
O bien seguimos ganando altura por el canalón del Picorrillo hasta llegar a la cuerda, que nos permita la ascensión por la arista norte del Lezna (derecha en la foto).
O bien la afrontamos todo recto, atravesando la vaguada y ascendiendo por su ladera este.
Así pues, 'Ojolince y Sra.' descendemos unos metros hacia la vaguada y, sin perder demasiada altura, atravesamos el caudal helado del arroyo Lezna para emprender la ascensión de la pala este.
No está resultado dificultosa esta ascensión aunque, a medida que sumamos metros en altura, se incrementa el viento que nos aproxima nubes muy oscuras y cargadas de humedad.
Ganada la cuerda, la visión de la gran mole del Curavacas es impactante y sobrecogedora.
Ponemos ahora los cinco sentidos en el descenso a las Llanas.
'Ojolince' pone la nota de color en la penumbra que nos han sumido las nubes
No sin antes disfrutar de la visión tan magnífica que tenemos a nuestra derecha.
El importante manto de nieve nueva que cubre la ladera sureste por donde vamos descendiendo hace que nos hundamos sin previo aviso y en otras ocasiones, nos deslicemos sobre el hielo que hay bajo la nieve.
Únicamente un cuervo y una chova se dejan ver en altura, retando a Eolo.
Decidimos bajar al valle al agrego del viento y detenernos a comer.
¡Inconmesurable el valle de Lezna!
Rocas y vegetación nos ponen a prueba en este descenso
El collado que forman el Mojón del Picorrillo (a nuestra derecha) y la Peña Larga (izda.) nos abre el paso a un canalón por el que discurre el arroyo de Cortés.
Entre sus rocas y arbustos debemos desenvolvernos para seguir el curso de éste hasta el valle.
Comemos amenizados con el rumor de las saltarinas aguas del arroyo de Cortés, que discurre a nuestro lado.
Atrás dejamos el hoyo de los Carlistas (según algunas fuentes) por donde hemos descendido de las Llanas de Lezna
Liberados de las raquetas emprendemos el camino de regreso, siguiendo el curso del arroyo de Cortés que nos conduce a los pastizales de Camperón.
Irremisiblemente vamos a encontrarnos con el acaudalado arroyo Arauz.
Y otra vez hemos de componérnoslas para atravesarle y conectar con el camino al collado Gerino.
Caminamos tranquilos escuchando únicamente el rumor de las aguas del arroyo Gerino.
Este elocuente silencio nos anticipa que va a comenzar a nevar.
Os emplazamos a visitar el blog de Luis NATURALEZA DE LA VALDAVIA, donde resume a la perfección, las dos visitas realizadas a estas montañas con diferencia de quince días.
No disponemos de track de ruta. Como se aprecia en el mapa, dejó de grabar dos horas antes de finalizar el recorrido.
Ojolince y Sra.
¡¡El enclave de Lores a 1.205 mts. de altitud, no puede ser más bonito!!
Luis y 'eSrá' escudriñando vida en la superficie nevada
Salimos del pueblo atravesando la Casa del Arco que nos permite tomar el camino hacia el Molino y las Tenadas de Lores.
En dirección oeste vamos a ir remontando el valle del arroyo Gerino, llevando éste siempre a nuestra izquierda.
Peña Carazo (izda.) y Horca de Lores (Carazuelo y el Castro) asoman al fondo
Seguimos las marcadas roderas de algún vehículo que nos ha precedido esta mañana.
Plecóptero junto al curso de agua (Mosca de las piedras)
Más interesante nos resulta el reconocimiento de numerosas huellas de liebre, corzo, ciervo, jabalí además de aves y rodedores varios, que han dejado bien marcada su seña de identidad.
Vamos en compañía de un perro sabueso que sigue nuestros pasos un buen rato, hasta que su olfato le hace localizar un rastro más interesante y nos abandona monte arriba.
Las Tenadas de Lores en el camino del collado Gerino
Distinguimos el pequeño Molino en el curso del arroyo, hasta donde baja el arbolado del tupido monte de Lores.
Poco después, llegamos a las Tenadas que dejamos a nuestra derecha, comenzando a afrontar los repechos que nos permitan alcanzar el collado Gerino.
Luis y 'eSrá' ganando metros al serpenteante camino
Huellas de liebre de buen tamaño
Aunque a primera hora viésemos los -4º C, el día no es demasiado frío.La carencia de viento y el empinado sendero hacen que nos despojemos de una capa de ropa enseguida, volviendo la mirada para contemplar el valle recorrido.
Valle del arroyo Gerino y bosques de Lores. Al fondo, la sierra de PeñaLabra parcialmente cubierta por las nubes
Dedos de hielo junto al arroyo
Aún es temprano, pero parece difícil que el sol cobre la fuerza suficiente para abrirse paso entre la densa nubosidad e iluminarnos el paseo.
Un esfuerzo más y el repecho acaba con esta magnífica vista.
'eSrá' llega al Collado Gerino también conocido como La Cruz de Tañuga, a 1.642 mts.
De izquierda a derecha ¡Curavacas, Lezna y Pumar nos dan la bienvenida!
No podemos por menos que hacerle unas instantáneas a las espectaculares cumbres que nos reciben.
Zoom al pico Curavacas desde collado Gerino
Zoom al pico Lezna desde collado Gerino
De nuevo en marcha, nos adentramos en el amplio valle del Arauz por donde progresamos con comodidad y en suave descenso.
Luis y 'eSrá' en el valle del Arauz, con el Lezna delante
Y nos encontramos con el caudaloso arroyo Arauz que nos obliga a seguirle curso arriba, buscando la mejor manera de vadearle.
Hecho lo cual no continuamos por su valle sino que, en dirección oeste, seguimos ahora el curso del arroyo Pumar.
Luis y 'Ojolince' delante del cauce del arroyo Pumar que nos separa del refugio privado
Unos metros más arriba, junto al refugio privado que domina la confluencia de valles, nos detenemos un rato a descansar e hidratarnos.
Atravesamos el arroyo Lezna para continuar la marcha
El arroyo Lezna, se une aquí al arroyo Pumar. Ambos ceden sus aguas al Arauz que tanto nos ha costado atravesar, hace unos minutos.
Son cerca de las doce y media y todavía tenemos que remontar el largo valle del arroyo Lezna en nuestra aproximación al pico.
El sol comienza a hacerse sentir en estas laderas de la Mesa del Picorrillo
El sol comienza a hacerse sentir en estas laderas de la Mesa del Picorrillo
Dejamos a nuestra izquierda el arroyo Lezna para avanzar por lo que parece una pista con buena cantidad de nieve.
Ganándole metros a la Mesa del Picorrillo, nos separamos de la pista, lo que nos obliga a pelearnos durante un buen rato con altas escobas.
'eSrá' en el mar de escobas; al fondo el pico Bistruey
Decidimos que ya es hora de calzarnos las raquetas que hasta ahora hemos venido porteando.
Hay una buena cantidad de nieve en estas laderas y, a esta hora, el sol ha conseguido ablandarla.
Luis y 'eSrá' en un claro de escobas, con vista a Horca de Lores
'eSrá' a la salida del mar de escobas
A eso de los 1.800 mts. salimos de las altas escobas y caminamos con mayor comodidad sobre una nieve ya endurecida.
Tenemos enfrente al Pico Lezna, del que nos separa el valle del arroyo que lleva su nombre, al tener en la ladera de éste, su nacimiento.
'Ojolince', el canalón del Picorrillo y el pico Lezna
Es en este momento cuando nos planteamos la mejor manera para ascender.
El pico Lezna y la vaguada del arroyo Lezna
O bien seguimos ganando altura por el canalón del Picorrillo hasta llegar a la cuerda, que nos permita la ascensión por la arista norte del Lezna (derecha en la foto).
O bien la afrontamos todo recto, atravesando la vaguada y ascendiendo por su ladera este.
Atravesado el arroyo helado,
'eSrá' emprende la ascensión por la ladera este del Lezna
Elegimos esta última opción por proximidad, aun cuando Luis decide no acompañarnos por no agravar ciertas molestias que se le han manifestado durante el último tramo de subida.Así pues, 'Ojolince y Sra.' descendemos unos metros hacia la vaguada y, sin perder demasiada altura, atravesamos el caudal helado del arroyo Lezna para emprender la ascensión de la pala este.
¡Magníficas vistas las que obtenemos, desde la ladera este a mitad de la ascensión!
'Ojolince' se aproxima a la arista sureste del pico LeznaNo está resultado dificultosa esta ascensión aunque, a medida que sumamos metros en altura, se incrementa el viento que nos aproxima nubes muy oscuras y cargadas de humedad.
Ganada la cuerda, la visión de la gran mole del Curavacas es impactante y sobrecogedora.
'eSrá' y la espectacular vista de la cumbre principal del Curavacas
Hemos llegado a los 2.084 mts. y aún nos resta un buen tramo hasta alcanzar la cumbre del pico Lezna con sus 2.208 mts.
¡Cumbre del pico Lezna, 124 mts. más alta!
El tiempo meteorológico y el horario (son casi las tres de la tarde), así como pensar que Luis debe estar esperando nuestro regreso en las Llanas de Lezna, nos hace desistir de coronar.Ponemos ahora los cinco sentidos en el descenso a las Llanas.
'Ojolince' pone la nota de color en la penumbra que nos han sumido las nubes
No sin antes disfrutar de la visión tan magnífica que tenemos a nuestra derecha.
Imponente vista de la cuerda que forman las Huelgas, el Hospital y el Curavacas
'Ojolince' se aproxima a las Llanas de Lezna a 1.951 mts.El importante manto de nieve nueva que cubre la ladera sureste por donde vamos descendiendo hace que nos hundamos sin previo aviso y en otras ocasiones, nos deslicemos sobre el hielo que hay bajo la nieve.
Luis y el pico Lezna
Llegando a la planicie conocida como las Llanas de Lezna, buscamos a Luis que ha subido hasta aquí atravesando la vaguada del arroyo Lezna.Únicamente un cuervo y una chova se dejan ver en altura, retando a Eolo.
Decidimos bajar al valle al agrego del viento y detenernos a comer.
¡Inconmesurable el valle de Lezna!
Rocas y vegetación nos ponen a prueba en este descenso
El collado que forman el Mojón del Picorrillo (a nuestra derecha) y la Peña Larga (izda.) nos abre el paso a un canalón por el que discurre el arroyo de Cortés.
Entre sus rocas y arbustos debemos desenvolvernos para seguir el curso de éste hasta el valle.
Llevamos a nuestra izquierda los farallones rocosos de Peña Larga
Luis y 'eSrá' dando buena cuenta de las viandas
Casi llegando al valle, al agrego de esta roca-vegetal tapizada por musgos, líquenes, saxífragas y laureolas, nos sentamos y sacamos nuestras viandas.Comemos amenizados con el rumor de las saltarinas aguas del arroyo de Cortés, que discurre a nuestro lado.
Atrás dejamos el hoyo de los Carlistas (según algunas fuentes) por donde hemos descendido de las Llanas de Lezna
Liberados de las raquetas emprendemos el camino de regreso, siguiendo el curso del arroyo de Cortés que nos conduce a los pastizales de Camperón.
Luis y 'Ojolince' en los pastizales de Camperón, con vista a la Horca de Lores
¡De piedra en piedra!... sobre el ArauzIrremisiblemente vamos a encontrarnos con el acaudalado arroyo Arauz.
Y otra vez hemos de componérnoslas para atravesarle y conectar con el camino al collado Gerino.
Desde collado Gerino, echamos una última mirada a nuestras protagonistas de hoy, algo ensombrecidas
Al menos nos queda una hora y media desde el collado Gerino hasta el pueblo y ya son las cinco y media.
Valle del arroyo Gerino de regreso a Lores
La temperatura va descendiendo según decrece la luz y volvemos a vestir como diésemos comienzo el camino esta mañana.Caminamos tranquilos escuchando únicamente el rumor de las aguas del arroyo Gerino.
Este elocuente silencio nos anticipa que va a comenzar a nevar.
La nevada nos sorprende caminando junto al arroyo Gerino
Sin más luz que la de los frontales y bajo una tenue y bonita nevada, llegamos a Lores a eso de las siete de la tarde.
Son las siete, cuando llegamos a la plazuela junto al arroyo
Os emplazamos a visitar el blog de Luis NATURALEZA DE LA VALDAVIA, donde resume a la perfección, las dos visitas realizadas a estas montañas con diferencia de quince días.
No disponemos de track de ruta. Como se aprecia en el mapa, dejó de grabar dos horas antes de finalizar el recorrido.
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 20 Kms. ASCENSIÓN ACUMULADA -> 1.022 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Parcialmente circular TIEMPO TOTAL -> 10 h.
DIFICULTAD -> Media-Alta (por la longitud con nieve)
Hasta la próxima.Ojolince y Sra.
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**
Tenéis imágenes en marcos incomparables.. Parecen postales.. Que maravilla. :-((( Un abrazo..
ResponderEliminarEl paseo al Lezna, de principio a fin, se convirtió una sucesión de postales.
EliminarNos alegra que te gusten, Ana. Un saludillo.
Impresionante la entrada que habéis realizado, una pena que no consiguieseis hacer cumbre pero para otra vez, este recorrido también es muy interesante en primavera con flores y mariposas. Un saludo
ResponderEliminarLa cumbre nos espera para una futura ocasión.
EliminarY tanto que tiene que serlo, Luis!
Habremos de planear ruta para ello y casi seguro que se nos vuelve a hacer de noche, aunque sean otros los motivos.
Un abrazo de 'Ojolince y Sra.'
Maravillosa ruta en uno de mis rincones favoritos de la Cordillera Cantábrica. Con nieve aún debe ser aún más espectacular. Saludos !!
ResponderEliminarNo podemos comparar pues es la primera ocasión que pisamos esos valles y montañas.
EliminarVolvimos bastante impresionados y con intención de hacer un buen reconocimiento en primavera pues nos han hablado de la presencia de lobo en la zona.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.
Vaya gozada de nieve y lujo de día. Disfrutasteis de lo lindo. Un saludo.
ResponderEliminarY que lo digas, José!!
EliminarAhora toca pedir que nieve de nuevo porque estos paisajes no pueden irse tan pronto este invierno.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Por la altura a la que estábais casi seguro que las huellas son de Liebre de Piornal.
ResponderEliminarBonita ruta, fotos y descripción de la misma
Eso hablamos con Luis durante la ruta y él lo ha aseverado en su crónica.
EliminarEl día fue pobre en observaciones de fauna pero las huellas hicieron su función.
A 'Ojolince y Sra.' nos alegra que te haya gustado el relato.
Muy bonita la ruta con ascensión casi hasta la misma cima de Lezna. Desde Lores tiene un desplazamiento muy largo y en estas fechas con pocas horas de luz se va muy justo de tiempo para completarla sin que se haga de noche. Pero ha valido la pena andar por esos amplios campos nevados, reconocer nuevos valles y disfrutar de las montañas con el esplendor que ofrece el invierno... La imagen del cercano Curavacas... Enhorabuena por la ruta.
ResponderEliminarCon vuestra amena entrada me ha venido a la mente este mismo recorrido que hice con Elías, entonces con bastante más nieve que ahora en vuestro caso. Qué recuerdo tan bueno!.
Un abrazo, amigos,
Javier
Sabíamos de la longitud de la ruta puesto que, con anterioridad, nos habíamos leído tu crónica de ese mismo recorrido hasta la cima del Lezna. Además, Luis (con quién hicimos la ruta) había estado por allí quince días antes, eso sí con escasa cantidad de nieve.
EliminarLo que más nos retrasó fue encontrar la forma de atravesar el arroyo Arauz (tanto a la ida como a la vuelta), que venía tan crecido que hacía imposible vadearle y también la subida por la ladera de la mesa del Picorrillo, con la nieve blanda y grandes escobas, en la que invertimos tiempo y nos supuso un desgaste añadido.
En cualquier caso, nos gustó mucho el recorrido y, como somos un poco 'todoterreno', volveremos en otra fecha con más horas de luz, a concluir lo inconcluso para disfrutar de las vistas del macizo de Fuentes Carrionas y los picos de Europa que no pudimos llevarnos para casa.
Un abrazo de 'Ojolince y Sra.'
Buena pateada, pena que no consiguieseis llegar a la cumbre, las vistas sobre Curavacas son estupendas. En diciembre recorrí la zona, Pumar, Lezna y Bistruey, pero desde Cucayo y sin gota de nieve.
ResponderEliminarUn saludo
¡Con ganas nos quedamos, Xistras!
EliminarHabíamos leído esa crónica tuya en la que os recorrísteis todas las cumbres de la zona desde Cucayo y, no creas que la tenemos en mente para, con más horas de luz realizar un buen cresteo como ese, que nos permita disfrutar de las buenas vistas que se tienen desde todo el cordal.
Muchas gracias por la visita y un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Que día más lindo os ha salido, los que quedan en la memoria aun sin ayuda de estas maravillosas fotos. Por otra parte era lógico que tus chovas diera paso en el encabezamiento a este majestuoso lince.
ResponderEliminarCheers!
El día y el paisaje nos cautivaron. No parábamos de afotarlo todo!!
EliminarLas chovas han sido relegadas del primer plano pero, no nos olvidamos de que con ellas comenzamos nuestra andadura en el blog.
Un abrazo Sammy.