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Al corazón de los hayedos de Saja

Domingo, 18 de Mayo de 2014
Estamos contentos pues hoy, después de bastante tiempo sin vernos, hemos quedado con un buen amigo Luis Herrero NATURALEZA DE LA VALDAVIA.
Daboecia cantabrica - Brezo cantábrico

Nos encontramos en Herrera de Pisuerga, pueblo de la provincia de Palencia.

De él partimos juntos, poniendo rumbo a los inmensos hayedos del Parque Natural de Saja-Besaya.


Una cómoda pista nos introduce al corazón de uno de los inmensos hayedos del Parque Natural
      Silene dioica - Borbonesa


Nuestra intención no es otra que adentrarnos en el ecosistema de bosque caducifolio atlántico, en busca de un hayedo maduro y bien conservado, donde sea factible el avistamiento del Pito negro, a quién Luis le tiene ganas.


Le hemos propuesto llevar a cabo una ruta de ascensión que, partiendo de las inmediaciones del pueblo de Saja, nos introduce en uno de sus hayedos con mayor probabilidad de avistamiento del pito negro.


Campanula rapunculus 
flor de Rapónchigo
Esta ruta está descrita ampliamente en nuestro relato del blog, al que podéis acceder pinchando el siguiente enlace:

   RUTA SAJA - TUDANCA

La realizamos hace un par de años, eso sí, en periodo invernal.
 
Pieris napi - Blanca verdinerviada en flor de geranio de San Roberto


De este modo, la crónica de hoy la vamos a dedicar a los avistamientos, localizaciones y detalles de las especies de fauna y flora fotografiadas en el transcurso del día.

El hayedo está precioso en primavera, con su nuevas hojas...

Fagus sylvatica - Haya

En otra ocasión, en primavera temprana, nos adentramos por estos hayedos en busca del pito negro con suerte de localizarle pero claro, ¡¡aún no habían echado hoja las hayas!!

Este es el relato:
TERRITORIO PITO NEGRO

No así sucede, el día de hoy. El frondoso hayedo presenta ampliamente desarrollados sus dos tipos de hoja: las de sol más pequeñas y dispuestas hacia el exterior, que se colocan verticalmente... Y, las de sombra, en el interior de la copa, de mayor tamaño, más delgadas, capaces de fotosintetizar con menores cantidades de luz; éstas se colocan horizontalmente.

Garrulus glandarius - Arrendajo (Jayo o Gallo)

Así las cosas, es  'harto' difícil localizar cualquier ave, y más aún, el escurridizo pito negro.

A primera hora, tienen mucha actividad los pequeños reyezuelos listados, pinzones, trepador azul, picapinos, arrendajos y zorzales.

Pyrgus malvoides - Ajedrezada menor

También comienzan temprano su faena algunos hespéridos..


... mientras que otros, como las luciérnagas, tras su trabajo nocturno, se baten en retirada.



Lampyris sp - larva de luciérnaga atravesando la pista

Los hayedos son bosques de gran sombra debido a la perpendicularidad de sus hojas frente a los rayos del sol.

Además, el haya es marcadamente dominante  por lo que es difícil encontrar otras especies arbóreas allí donde predomina.

Crepis lampsanoides, compuesta que crece con relativa comodidad en los suelos del hayedo

Siempre se dice de ellos que albergan poca vida vegetal bajo sus copas...

...sin embargo, a lo largo del camino, vamos reconociendo buen número de especies herbáceas y arbustivas



Ranunculus acris - Hierba bellida
Brezo cantábrico Daboecia cantabrica, Borbonesa Silene dioica, Rapónchigo Campanula rapunculus, Crepis lampsanoides, Hierba bellida Ranunculus acris, Redondilla Saxifraga hirsuta, Aspérula olorosa Galium odoratum, Estrellada Stellaria holostea, Aleluya Oxalis acetosella y numerosísimas Violetas Viola sylvatica, crecen perfectamente a la eterna sombra del hayedo.


Ruscus aculetatus - Rusco, con sus ramas transformadas en hojas y característico fruto
Mientras persisten algunas Primaveras Primula acaulis y Anémonas de bosque Anemone nemorosa, el Rusco Ruscus aculeatus y las fresas silvestres Fragaria vesca comienzan a madurar sus frutos.
Torbisco macho Daphne laureola y Eléboro verde Helleborus viridis, complementan el manto arbustivo, junto a buena población de helechos.

        La frondosidad del hayedo de Saja es incuestionable
Llama poderosamente nuestra atención el encuentro con un insecto del orden de los Mecópteros.
      Panorpa germanica - Mosca escorpión ♀
Ninguno le habíamos visto antes y no desciframos la especie si no cuando realizamos las consultas pertinentes, una vez en casa.

Tiene su cabeza prolongada en un pico con las mandíbulas en el extremo inferior y el abdomen del macho está vuelto hacia arriba, como los escorpiones. ¡Curioso insecto!

Xanthorhoe iberica - mariposa nocturna realizando la puesta   
Llevamos andado un buen trecho de la ascensión y es ahora cuando nos parece oir el reclamo del pito negro.
¡¡Y lo es!!...

...Vemos un par de ejemplares en lo más tupido del hayedo entre idas y venidas, lo que no nos permite dejar constancia fotográfica de ellos.
No así sucede con 'el duende del bosque' que a 'Ojolince' le da tiempo a inmortalizar.
 Capreolus capreolus - Corzo
De vez en cuando se nos abre una ventana en el bosque que nos permite contemplar la inmensidad de estos hayedos.
Poco a poco vamos ganado altura y las hayas se ven acompañadas de algunos acebos, mostajos y espinos, sin desmerecer a las bonitas Aguileñas cuya flor crece mirando al suelo.
      Aquilegia vulgaris - Aguileña
Aguileña Aquilegia vulgaris, Nomeolvides de bosque Myosotis lamottiana, Hiedra terrestre Glechoma hederacea, Consuelda media Ajuga reptans, Lechetrezna de bosque Euphorbia amygdaloides, Pulmonaria de hoja larga Pulmonaria longifolia, Androsaemo o Salvalotodo Hypericum androsaemum, Mercurialis, Rumex, Cardamines...

Lomographa temerata fam. Geométridos
Y mirando al suelo vamos para localizar a esta diminuta polilla de la familia de los Geométridos Lomographa temerata
Pyrausta sp., fam. Piraloideos

      Fringilla coelebs - Pinzón común

Esta mañana partimos de los 500 mts. de altitud y ya estamos próximos a los 1.000 mts.

Nos va quedando menos para alcanzar la abertura del bosque, justo en las inmediaciones de la braña de Bucierca.

Braña de Bucierca. Pradería de aprovechamiento ganadero.
Tomamos el desvío que efectúa el camino a la derecha, para aproximarnos al refugio de esta Braña. 
      Lissotriton helveticus - Tritón palmeado       

En el gran pilón donde abreva el ganado constatamos la presencia de un ejemplar joven de Tritón palmeado.

Abandonamos la pista principal para seguir ganando altura hasta un espacio abierto con el predominio de vegetación arbustiva.

 
      Rana temporaria - Rana bermeja       
Brezos, brecinas, tojos, espinos, rosales y algunos rebrotes de acebo son distintivos de la transformación del paisaje por el hombre.

Decidimos tomar aquí nuestro almuerzo en compañía de una Rana bermeja Rana temporaria bien florida y alguna Babosa Arion ater, especie observada frecuentemente durante la subida.

      Polygala serpyllifolia - Hierba lechera


Un grupo familiar con buen número de chavales, algunos bien pequeños, ha llegado hasta aquí y también, elegido este lugar para su picnic.

¡¡Merecido descanso tras la caminata de ascenso por el hayedo!!

¡¡Enhorabuena chicos!!


Senecio adonidifolius - Senecio hoja de adonis

Estas praderías rezuman agua por los cuatro costados, encontrándose tapizadas de Hierba lechera Polygala serpyllifolia, Cincoenrama Potentilla reptans, Gallaritos Pedicularis sylvatica y Loto dorado Lotus corniculatus.

Díplodo del Orden Glomérida, con dos pares de patas por segmento articular dorsal
Poas, Nardus, Festucas, Carex, además de Plantagos y Trifolium completan el ecosistema de pastizal de montaña.
Pero, como hemos venido a localizar Pito negro, ya es hora de ponerse en marcha.
Emprendemos el camino de regreso y nos sumergimos en el hayedo donde vamos descubriendo otros pobladores...

Sitta europaea - polluelo volandero de Trepador azul
  Abundan los restos fósiles en las rocas al descubierto
De nuevo escuchamos sonoros reclamos y decidimos hacer una espera...
Macho y hembra de Pito negro se dejan ver, en un ir y venir para llevar alimento al nido, que sólo conseguimos ubicar, sin llegar a distinguir.

Únicamente en vuelo pero Luis, se vuelve contento ¡¡Al fin, ha avistado al Pito negro!!

Foto testimonial de Dryocopus martius - Pito negro en el hayedo de Saja en invierno

Cumplidas, en parte, nuestras expectativas vamos descendiendo por la pista, en un tranquilo paseo que nos devuelve a la civilización hacia las seis de la tarde.

Descansamos un buen rato en el pueblo de Saja, tomando un refresco y aún tenemos tiempo y ganas...



Vaca 'Tudanca' atravesando la carretera por el puente


... Nos detenemos en una de las muchas torrenteras que atraviesan la carretera que sube al puerto de Palombera y echamos otro rato:
Grasillas Pinguicula gradiflora, Orquídea dama Orchis morio, Sello de Salomón Polygonatum odoratum,



      Cardamine raphanifolia
Lamium galeobdolom -
Ortiga muerta amarilla     
Valeriana mayor Valeriana montana, Ortiga muerta amarilla Lamium galeobdolom, y una extensa población de Cardamine raphanifolia crece a orillas de este curso de agua.

Muy tranquilo, el Dinocras cephalotes descansa en una piedra justo al lado del arroyo; la presencia de esta especie es sinónimo de hábitats con alto valor en el índice biótico. Aprovechamos para fotografiar a uno de los invertebrados carnívoros de agua dulce, más grandes, de toda Europa.
Dinocras cephalotes - Orden Plecoptera - Fam. Perlidae
Muy contentos con el repaso que le hemos dado a la flora y fauna del hayedo de Saja, ponemos rumbo a casa.
Hasta pronto. 'Ojolince y Sra.' 

Del valle de Saja al valle de Nansa

Sábado, 22 de Diciembre de 2012
Acaba de entrar el invierno y, aunque en días anteriores la climatología era la propia de esa estación, han cambiado las condiciones y podemos salir a rutear por nuestras queridas montañas.
      Ojolince y sra. retratados con la sierra de Peña Sagra
Hace casi tres años, durante la estación invernal, realizamos parte de la ruta que nos hemos propuesto para hoy, sin poder concluirla. No fue debido a malas condiciones climatológicas, ni personales, sino algo que, en ocasiones nos sucede en la montaña y nos desconcierta sobremanera.
Erithacus rubecula - Petirrojo europeo posando para ojolince y sra. al comienzo de la ruta
Llegados a la mitad de nuestro recorrido nos encontramos con una batida, de la cual no habíamos tenido conocimiento, ni encontrado ninguna señalización previa que nos lo indicase; así pues, decidimos darnos la vuelta y regresar por donde habíamos venido.

Para el día de hoy, no hemos recibido noticia de que existiese tal pretensión en la zona y, a las nueve de la mañana nos encontramos en Reinosa, en el pequeño café junto a la iglesia (pedimos perdón por no recordar su nombre) en el que paramos habitualmente cuando salimos por esta zona y que suele estar 'hasta los topes' cuando la estación de Alto Campoó se encuentra abierta; cosa que hoy no ocurre puesto que, la buena cantidad de nieve caída en la semana anterior, se han esfumado prácticamente por la subida de temperaturas.
Regulus ignicapilla - Reyezuelo listado con captura en el pico   
Tras nuestro pequeño alto, subimos el puerto de la Palombera, completamente limpio de nieve y le bajamos hasta llegar a unos dos kilómetros antes del pueblo de Saja donde, un pequeño aparcamiento nos permite dejar el vehículo sin mayores complicaciones.

Iniciamos ruta por una pista forestal a la altura del puente de la Cueva del Poyo, donde se encuentra el cartel indicativo:
Sendero de la Reserva de Saja-Besaya R.III.3.
      eSrá rebasa una de las imponentes hayas que hay junto al sendero
Al comienzo nos abrigamos, pues la umbría acompaña nuestra senda sumergida en uno de los hayedos que conforman la Reserva Saja-Besaya; una de las maravillas de la naturaleza que conservan en Cantabria y uno de los más bellos hayedos de España.
No por ello, dejamos de escuchar la actividad pajaril propia de las primeras horas del día... mitos, pinzones, carboneros, herrerillos, garrapinos... la inconfundible llamada del trepador azulSitta europaea que retumba en el interior del hayedo y el escurridizo reyezuelo listado - Regulus ignicapilla que sólo dejó que 'ojolince' le hiciese una instantánea.
Periparus ater - Carbonero garrapinos      






El camino zizaguea adentrándonos más y más en el corazón del hayedo, convirtiendo nuestra ascensión en un entretenido paseo que recrea los sentidos.

Fabuloso hayedo de Saja, una de las joyas de Cantabria
Ilex aquifolium - Acebo 'pegado' literalmente a un haya

Las formas sugerentes de las hayas...
El contraste de sus esqueletos con los brillantes y verdes acebos...
El crujir del inmenso manto de hojas durante nuestro caminar...
La fugaz visión de un corzo que se oculta a toda prisa...
Ruscus aculeatus - Rusco con sus frutos característicos













El detalle de color, que nos sorprende surgiendo entre la hojarasca...
Crepis lampsanoides - Crepis florecida en invierno   



Crepis, primaveras, chirivitas y hasta una hepática vamos diferenciando a un lado y otro del sendero donde crecen, bien resguardadas, bajo el manto ocre de las hojas de haya que cubre la casi totalidad de las laderas montanas.

Más propio de esta estación resulta el verdor de heléboros y torbiscos que tienen su floración en pleno invierno.

    Primula veris - Primavera muy temprana                                Hepatica nobilis ó Anemone hepatica - Hepática en invierno
Los frescos aromas del verdor de la mañana... y el rumor del suave viento nos devuelve a la realidad...
Subir y subir atravesando el corazón de este hayedo, espléndido ejemplo del bosque atlántico caducifolio donde, con toda seguridad habita, el pito negro Dryocopus martius, que oímos en varias ocasiones y vemos fugazmente en una de ellas.
    Posible nido de pito negro en el tronco de un haya                                    Curioso ejemplar de retorcidas formas
Durante más de una hora se prolonga esta subida que nos lleva a las inmediaciones de la braña de Bucierca.
Ojolince toma el desvío a la derecha, donde se encuentra el refugio con pilones de la Braña de Bucierca
En este refugio abandonamos la pista principal para tomar un desvío a mano derecha que sigue ganando altura trasladándonos a un espacio abierto donde la vegetación, transformada por el hombre, se reduce a arbustiva.
Espino albar, rosal silvestre, algunos rebrotes de acebo y...
Formaciones elevadas que cubren grandes extensiones de las brañas que atravesamos

unas curiosas formaciones abultadas y recubiertas de pasto, que no hemos conseguido averiguar qué son y que se extienden por la mayor parte de las laderas de estas sinuosas brañas, donde parece que viviese una colonia de topos gigantes.

Un trazado bien marcado por roderas nos lleva hasta el alto del cordal conocido como collado de Brañalengua, donde se nos ofrece una buena vista de la Sierra de Peña Sagra.
Desde aquí, tomamos una senda poco marcada que sale, de nuevo a nuestra derecha y nos conduce, sin pérdida, a las brañas de Carracedo.
      Ojolince se dirige a las brañas de Carracedo; destaca enfrente, la Cahorra
Fue en este punto donde detuvimos nuestra fallida ruta hace unos años y, también fue aquí donde, antes de conocer el motivo, vimos huir despavoridas a tres ciervas que cruzaban de una valle a otro a toda velocidad pues... les iba la vida en ello.

Hoy podemos darle continuidad a la ruta, en dirección a Tudanca, lo que nos señala un poste indicador ubicado en la misma braña de Carracedo, al pie de la Cahorra, cota de poca altitud 1.189 mts., que se eleva en las inmediaciones de esta braña y de la que arranca la sierra de Linares que marca la divisoria entre las vertientes de Saja y Nansa.
    eSrá en las brañas de Carracedo y una bonita vista de PeñaSagra     
Hoy no vemos por aquí ningún ciervo, y eso que la tranquilidad más absoluta está caracterizando nuestro paseo.

Unas bisbitas comunes y alguna alpino, dos parejas de chovas piquigualdas y otra de cuervos, un milano real, un buitre en paso y otra pareja de ratoneros son los principales artífices de nuestro entretenimiento en estas praderías dominadas por la explotación ganadera.

De aquí la senda se torna en sinuoso descenso y, poco a poco, nos va aproximando al prado concejo de Tudanca.

Con un zoom, la imagen de la cabecera de Peña Sagra resulta sobrecogedora...
Cueto Cucón de 1.956 mts. y pico de las Astillas en primer plano a la derecha
No desmerece en nada, la vista que llevamos a nuestra izquierda: el Cueto de la Concilla y el Cueto de los Escajos... se alzan poderosos, sobre los reverdecidos invernales.
De nuevo, nuestra ruta se convierte en una cómoda pista que nos va aproximando al vecino pueblo de Tudanca.
El día ha ido ganando en luminosidad y con ello, las muestras paisajísticas que nos llevamos para el recuerdo.
La Lastra y Tudanca en la cabecera del valle de Nansa y al pie de la sierra de Peña Sagra     
Un sinuoso descenso por buena pista nos aproxima al cueto de la Jorcada junto al que nos encontramos un fabuloso mirador sobre los pueblos de La Lastra y Tudanca.
Ojolince y sra. en el mirador del Cueto Jorcada     
Aquí encontramos nuestro restaurante favorito para reponer fuerzas, mientras disfrutamos de la mejor de las postales de esta estación que acaba de dar comienzo.  ¡Buen provecho, chicos!
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
    El itinerario seguido se ha dibujado en línea roja
DESCARGA DEL TRACK

DISTANCIA TOTAL ->
25 Kms.

DESNIVEL ACUMULADO ->
951 mts.

TIPO DE TRAZADO -> Lineal 

DIFICULTAD -> Baja

TIEMPO TOTAL -> 8 horas

Hasta este punto la ruta nos ha llevado más de cuatro horitas, debido a nuestros entretenimientos particulares y, como los días en invierno no nos dan de sí, dejaremos la visita el pueblo de Tudanda para otra ocasión.
GRÁFICA DEL RECORRIDO
El regreso le hacemos por el mismo camino eso sí, con algo menos de detenimiento pues la tarde cae muy rápidamente sobre la montaña y queremos llegar con luz al coche.

Ojolince y sra. esperamos que os haya gustado el relato y desde aquí deseamos que tengáis una buena salida y una mejor entrada en el año nuevo.

Hasta entonces, nos despedimos de todos vosotros... lectores, seguidores y amigos.

¡¡FELIZ AÑO 2013!!

Recordándoos...

** SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**