Sábado, 16 de Abril de 2011
Hoy vamos a hacer un recorrido de media montaña por tierras astur-leonesas iniciando nuestro camino en el pueblo de
La Uña situado al noreste de la provincia de León, en pleno
Parque Regional de Picos de Europa y a unos 1.200 mts. de altitud.
La Uña con los picos de Mapodre
Se podría decir que es uno de los pueblos con mejor paisaje de Castilla y León ya que conserva una abundante y frondosa vegetación; eso sí, en invierno suele estar cubierto por la nieve y, hay que esperar a estas fechas para disfrutar de ella. Cinclus cinclus
Dejamos aparcado el coche nada más cruzar el puente del río Esla, junto al área recreativa.
Y ya ahí...comenzamos a recrearnos...
¿Qué es eso que cruza a tal velocidad? Nos pareció una comadreja, pero quién sabe...
Lo que sí es cierto es que el amigo mirlo acuático está de pesca a primeras horas de la mañana, en su piedra favorita.
Comenzamos a caminar tempranito, sobre las 9:30 y con un grado de temperatura, tomando dirección a los puertos de la Fonfría, se trata de la senda que nos lleva a la ermita de Arcenorio, a través de paso de montaña en otro tiempo muy utlizado, al unir los valles de Asturias y León.
peña Ten 2.140 mts.
Desde el comienzo el camino es un constante ascenso por una pista bien marcada que un amable lugareño nos indicó "to tieso hacia la peña Mora, no tiene pérdida". Y, efectivamente, el camino sigue indiscutiblemente esa dirección. Casi desde el inicio, contemplamos a nuestra izquierda la peña Ten y, la pista que vamos siguiendo hace que nos vayamos aproximando a ella, poco a poco.
La vista atrás nos permite realizar una pintoresca foto del pueblo de la Uña respaldado por los picos de Mampodre 2.190 mts.
Nos encontramos con una bifurcación donde deberemos elegir el camino más marcado y en descenso, que hará que crucemos el arroyo Carcedo por un puentecillo de hormigón. La vegetación es exhuberante, destacando fundamentalemente las hayas, robles, serbales, acebos, espinos, genisas, rosales y un sin fin de herbáceas que comienzan su crecimiento en estas fechas.
Emberiza citrinella
La avifauna tampoco desmerece; además de los escurridizos acentores comunes que pululan por todas partes, también nos frecuentan los pinzones, petirrojos, colirrojo tizón, verdecillos y pardillos; pudimos retratar a un escribano cerillo, reclamando en su posadero.
En las proximidades de la Peña Mora existe una nave de labor y, junto a ella, en una pared rocosa habita una colonia de avión roquero (Ptyonoprogne rupestris). Nos sobrevolaron sin prestarnos atención, muy afanados con sus labores de preparación de nidos, yendo y viniendo hacia el regato que formaba su barro favorito.
A partir de aquí el camino se hace más pendiente y llegamos al "territorio collalba" a unos 1.500 mts. de altitud. Numerosos machos de collalba gris en distintos estadíos de plumaje, se perseguían y se peleaban por un posadero destacado, para que su alegre canto se escuchase mejor.
Oenanthe oenanthe
Dejando a las collalbas y su correrías, comenzamos a ascender el zig-zag que pronto da paso a los puertos de la Fonfría 1.630 mts. y su praderías encharcadas y rebosantes de vida.
Aquí la vegetación pasa a ser muy diferente de la que veníamos encontrándonos, al tratarse de comunidades vegetales de carácter herbáceo que soportan, en muchos casos, un uso ganadero.
Pudimos contemplar extensas praderías cubiertas del color amarillo del Narcissus bulbocodium y otras rosadas por la liliácea, Erythronium dens-canis, además de la blanca Ranunculus amplexicaulis.
Diente de perro Ranúnculo blanco
En las charcas y regatos eran frecuentes otras ranunculáceas como la Caltha palustris, además de un sin fin de renacuajos que habían eclosionado recientemente.
Hierba centella o Calta
Atravesamos las praderías por una marcada senda, siempre con la peña Ten de referente, dejándola a nuestra espalda al dirigirnos a una abertura en canal que se precipita mediante un rápido descenso a la amplia pradería donde descansa la pequeñuca
ermita de Arcenorio a unos1.400 mts.
(VIDEO DE LA BAJADA A LA ERMITA).
En nuestro descenso nos sorprendió un solitario macho de rebeco que ascendía a velocidad de vértigo por las pendientes laderas, y no se detuvo hasta encontrarse los suficientemente a salvo.
Rupicapra rupicapra
Podarcis muralis (lagartija roquera)
Hacia el mediodía, hicimos nuestro primer descanso sentados en el banco de piedra que tiene la ermita, habiendo antes hecho la visita obligada a
"la santina" que hay en su interior.
Ermita de Arcenorio
¡¡Ni un alma en toda la campa!! Pero qué digo... mientras ojolince y sra. comen y beben tienen la visita de una pareja de enamorados...haciéndoles demostración de ello.
hacia el collado de Arriondas, peña Ten (izda.) y Pileñes (dcha.)
Vamos a continuar nuestra ruta hacia el puerto de Ventaniella, alcanzándolo mediante el collado de Arriondas, entre las altas cumbres de peña Ten 2.140 mts. y Pileñes 2.022 mts., montañas bien diferenciadas, aun encontrándose tan próximas la una de otra, como bien ilustra el dicho asturiano: ´Peña Ten y Pileñes buen par de peñes, Ten pa les cabres y Pileñes pa les oveyes`.
En dirección a ese paso, avanzamos por la amplia pradería de Arcenorio, dejando a un lado y a otro numerosas cabañas de pastor, muchas remodeladas, y entre vuelos de golondrinas, lavanderas y bisbitas.
Pronto vamos a comenzar a ascender y, en nuestro solitario paseo (aún no nos hemos encontrado a nadie), de nuevo detectamos otro macho de rebeco que se alerta ante nuestra presencia y sale a grandes saltos del arroyo donde bebía plácidamente.
Pocos metros después, no se trata de uno ni dos, un rebaño entero de rebecos llama nuestra atención, dispersos por la ladera norte de la Peña Ten.
Más de treinta ejemplares pudimos contar en este grupo que, en cuanto detectó nuestra presencia, comenzó poco a poco a avanzar por las inclinadas y pedregosas rampas de la peña, ganándonos cada vez más distancia.
Nosotros seguimos subiendo, paralelos al arroyo de deshielo, hasta alcanzar
el collado de Arriondas 1.752 mts., desde donde la vista del valle de Arcenorio y los picos de Europa forman un armonioso conjunto.
VIDEO COLLADO ARRIONDAS
Genciana verna (Genciana de primavera)
¡Por fin, almas humanas!
Dos montañeros por la ladera sur de la peña Pileñes...
¡si parece imposible subir por ahí! Pues si suben será que se puede...
Además, iban bien escoltados por una nube de chovas que subían y bajaban con sus habituales acrobacias.
El camino se suaviza bastante durante el cómodo descenso por la majada de las Castellanas, aunque agradecimos mucho los pantalones largos al sentir numerosos arañazos de genistas, tojos, brezos y piornos que tapizaban las laderas de descenso incluyendo la senda por la que avanzábamos.
Poco a poco nos vamos aproximando a un cortante pedregoso que desciende de forma brusca al puerto de Ventaniella donde, de nuevo, se abre ante nuestros ojos un extenso bosque de hayas y avellanos.
Junto a una de las cabañas del puerto de Ventaniella sacamos las viandas para comer. Desde aquí se contempla el bosque mixto en todo su explendor...hayas, arces, avellanos, acebos, sauces, robles...
¿existe mejor lugar para reponer fuerzas?
También durante la comida, las protagonistas fueron las lagartijas que viven junto a la cabaña, en este caso "la serrana". Nos permitieron ayudarlas, al salvar de morir ahogada a una de ellas, que había caído en el agua de un cazo que guardaban junto a la cabaña.
Iberolacerta monticola (lagartija serrana)
macho (izq.) hembra (dcha.)
Sobre las cuatro de la tarde emprendimos la marcha por la senda PR LE-20 que conduce al pueblo de la Uña.
Se trata de una de las rutas señalizadas perteneciente al parque regional de Picos de Europa, en León. Uno de los mejores pasos de montaña, del que se tiene constancia desde el medievo, para atravesar la cordillera Cantábrica.
Arroyo del Puerto que muere en el río Esla
Descendemos rápidamente por la senda que atraviesa el valle de Valdosín, surcado por las aguas del río Esla, casi desde su nacimiento en la fuente del Naranco.
(Cómoda excursión, al alcance de cualquier senderista).
Proseguimos el sendero que, paralelo al descenso del río Esla, nos lleva a alcanzar las abruptas paredes del farallón conocido como peña Castiello donde casi con toda seguridad se pueden observar los aviones roqueros que allí habitan.
La Peña Castiello
Neophron percnopterus
La pista avanza hacia nuestro punto de partida, pasando junto a la fuente Turriente donde nos detuvimos por la oportunidad que nos brindaron una pareja de cuervos perseguidos por el que se ha convertido en nuestro primer avistamiento de alimoche de esta temporada.
GRAFICA DEL RECORRIDO
Distancia total -> 22 Kms.
Desnivel -> 583 mts.
Tipo de trazado -> Circular
Dificultad -> Media (por su duración)
Tiempo total -> 8 horas 30 minutos El recorrido se ha dibujado en linea roja
Llegando al pueblo sobre las seis de la tarde, cerramos el círculo de unos 22 kilómetros, emprendido casi nueve horas antes, habiendo disfrutado de todo lo que se puso a nuestro alcance y mediante esta crónica os hemos resumido.
Deseamos que os haya gustado.
Y os mandamos un saludo a todos,
desde Pucela.
Ojolince y sra.
Y RECORDAD...
· SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO ·