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Circular al pico Yordas o Burín desde Liegos

Domingo, 30 de Septiembre de 2018
Siempre que visitamos la Montaña de Riaño ponemos nuestra mirada en él.
'Ojolince' a la salida del hayedo de Tendeña, con vista al pico Yordas
    Luis y 'Ojolince y Sra.' salimos de Liegos, con niebla
Se han cumplido siete años de aquella primera ascensión. Y hoy venimos decididos a repetirla.

Luis Herrero NATURALEZA DE LA VALDAVIA ha querido unirse a nosotros y, no mucho más tarde de las 10:30 hrs., damos comienzo a la ruta partiendo de Liegos.

Luciérnaga (Lampírido) en estado larvario
Como sucede muchas de las veces que venimos a la montaña de Riaño, a primera hora, la niebla cubre el embalse, y los pueblos más limítrofes se ven engullidos en ella.

Tomamos la pista que parte de Liegos en dirección sur y que se conoce como camino de San Pelayo pues nos va a ir adentrando en el valle del mismo nombre.

La escultural figura del pico Yordas hace su aparición entre la niebla
      Polygonia c-album - C-Blanca
Poco trayecto llevamos recorrido cuando la niebla empieza a levantar y poco a poco, va dejándonos ver la cercana e inconfundible silueta del pico Yordas.

El sol va cobrando presencia y ya se dejan ver los primeros insectos entre la vegetación arbustiva. Colias, Pararge, Polygonia, Pyrgus..

Avanzamos por la pista que une Lario con Lois, llevando a nuestra izquierda las estribaciones del Yordas
Pyrgus carthami - Ajedrezada mayor      
Son más de cinco, los kilómetros que recorremos por este camino y, sin embargo, la charla y el entretenimiento los hacen llevaderos.

Eso sí, lo que se dice ganar altura, poco o nada hemos ganado puesto que Liegos está a 1.150 mts. y en el momento de abandonar la pista nos encontramos a 1.230 mts.

Dejamos el camino de San Pelayo para internarnos en el hayedo de Tendeña
Tras cruzar el río Valverga por un puente con barandilla de madera, atravesamos la pradera de Sotos.

Dos portalones de hierro que debemos dejar cerrados, nos dan acceso al magnífico hayedo de Tendeña.

El bosque de Tendeña es... de los 'de cuento'
    'Ojolince y Sra.' en la
Fuente 'La Tejal' (FOTO Luis)

Un cómodo camino nos eleva zigzagueando por el asombroso hayedo.

Nos encontramos con la Fuente 'La Tejal' de escaso chorro. Y, con una buena población de orugas de la mariposa Tigre escarlata, alimentándose de las hojas de ortigas y centaureas.

Callimorpha dominula - Tigre escarlata
(oruga)

Luis y 'Ojolince' contemplan uno de los ejemplares de Tejo del bosque de Tendeña
Antirrhinum braun-blanquetii - Boca de Dragón
(endemismo ibérico)   


Aunque algo seco para la fecha en que os encontramos, el aún tupido hayedo nos reconforta con su sombra durante la ascensión que, poco a poco, se va volviendo más exigente.

Unos dos kilómetros llevamos recorridos cuando una tablilla clavada en el tronco de un haya nos indica que debemos abandonar el buen camino que llevamos, y que se prolonga en dirección SE dirigiéndose al collado y majada Tendeña.

La tabilla indica YORDAS ó BURÍN.
Alcanzados los 1.500 mts. de altitud, abandonamos el camino atravesando el arroyo en dirección NE.

Atravesado un pequeño arroyo, tomamos una senda en dirección NE que nos aproxima al farallón calizo.
El farallón de piedra caliza da paso a salida del hayedo
Dejamos atrás el hayedo avanzando hacia el collado de Bahulloso o Baguyoso.
La senda conduce al collado de Bahulloso, con vista al Yordas 
Estamos en las praderías altas, salpicadas de especies de otoño.
  Crocus serotinus - Azafrán de Otoño
Merendera montana - Quitameriendas  

















Y con buenas vistas...
Liegos (izda.) y Burón en la cola del embalse de Riaño.
Al fondo asoman el Cornión y el macizo central de Picos
Dianthus hyssopifolius - Clavelina deshilachada,
de cinco pétalos con largo flequillo
Iberolacerta monticola - Lagartija serrana










A 1.650 mts. alcanzamos el collado de Bahulloso.
Luis 'de postal' en el collado de Bahulloso con vista al embalse de Riaño
Desde este collado, nos falta por salvar un desnivel de unos 300 metros. Nos ponemos a ello...
Luis y 'Ojolince', siguen los hitos que marcan la ascesión al Yordas
    Oenanthe oenanthe - Collalba gris

Tras abandonar las praderías y sus Bisbitas, entramos en 'territorio Collalba' y, aunque no se dejan aproximar lo suficiente para una buena foto, ¿quién se priva de sacar una Collalba gris?


El embalse de Riaño se va dejando ver a medida que ganamos altura
Unos minutos más tarde hacemos cumbre en el Yordas.
Luis y 'Ojolince y Sra.' en el pico Yordas o Burín a 1.964 mts. (FOTO Luis)
Ahora toca disfrutar de las vistas de esta cumbre. Comprendemos bien porqué es tan afamada.
Al SO, Peñas Pintas y Llerenes, se elevan sobre el tupido bosque
Al NO, el valle de Valdeburón salpicado de pueblos y peña Ten presidiendo
Gyps fulvus - Buitre leonado, visitando el pico Yordas
Nos disponemos a tomar un almuerzo de altura, junto a Cuervos, Buitres leonados y Chovas piquigualdas que gustan sobrevolar esta cumbre sin esfuerzo.

Un Cernícalo vulgar hace acto de presencia, además de una pareja de Colirrojo tizón cuya presencia ha dejado de sorprendernos a esta altitud.

Al SE, el embalse de Riaño y el Espigüete
      Campanula arvatica - Campanilla de Picos,
endemismo de la Cordillera Cantábrica
propio de gleras y roquedos
Como hiciéramos en la primera ascensión, abrimos el buzón de cumbres.

En aquella ocasión nos encontramos la tarjeta del asturiano Viti 'Pisapraos' de quién, desde entonces, nos hicimos amigos y seguidores.

Hoy, nos encontramos la del Grupo de Montaña Baskonia Mendi Taldea, firmada por los participantes: Andoni, Justiniano y Jesús; quienes han realizado la ascensión el pasado miércoles 19 de Septiembre, y a los que desde aquí les mandamos un saludo.

Nos ponemos en marcha que el descenso por la cara sur ¡promete!

'eSrá' y Luis en descenso por la pedregosa e inclinada ladera sur    
Tarjeta de cumbre. Bakonia Mendi Taldea    
Esta ladera sur nos va a permitir un vertiginoso descenso a la majada Yordas, situada a 1.640 mts.

Eso sí, debemos hacerlo con la conveniente cautela pues es muy inclinada y con piedra suelta.

Allá arriba hemos dejado el pico Yordas.
Sus vistas nos hacen pensar que no será ésta la última ocasión que le visitemos.

Vertiginoso descenso a los 1.640 mts. de la majada Yordas
La ladera sureste por la que hemos descendido, vista desde la majada Yordas... ¡Impone!
Una senda hitada nos lleva rodeando la mole piramidal y, tras un nuevo ascenso, alcanzamos la collada Burín o Borín, donde obtenemos esta vista del farallón vertical de su cara NE.
La nombrada y vertical 'Pared Borín' del pico Yordas
Hacia el norte se abre el amplio valle de San Pelayo, al que llegaremos tras atravesar la majada y el hayedo de Burín.
Luis y 'Ojolince' en descenso hacia majada Burín, con refugio 
  Coprinus comatus - Barbuda
Macrolepiota sp. - Parasol     











Nos introducimos en el hayedo de Burín donde, aún con la escasa humedad reinante, descubrimos buenos ejemplares de barbudas y parasoles.
Una buena pista nos conduce a la unión con el camino de San Pelayo por el llegamos de vuelta a Liegos pasadas las siete de la tarde.
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
          El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 18,85 Kms.        DESNIVEL ACUMULADO -> 1.028 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Parcialmente Circular      DIFICULTAD -> Media
TIEMPO TOTAL -> 8 horas 20'                                        DESCARGA DEL TRACK
El track en wikiloc se corresponde con el de nuestra primera ascensión, allá por la primavera de 2.011, ya que hemos ido siguiendo nuestro propio trazado.
GRÁFICA DEL RECORRIDO
        'Ojolince y Sra.'
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**

Por los bosques de Burón

Domingo, 15 de Mayo de 2011
Otro domingo campero que hemos preparado y es que hay que aprovechar la primavera para salir al monte porque pronto comenzarán a subir las temperaturas y perderemos esa variedad de colorido de la que ahora podemos distrutar.
Valdeburón, perteneciente a la Mancomunidad de Montaña de Riaño
Y qué mejor sitio para disfrutar de los colores que los montes de Burón, pequeño pueblo leonés, situado en la cola del embalse de Riaño y que pertenece al Parque Regional de Picos de Europa. El valle de Burón posee excelentes praderas en el fondo del valle y magníficos bosques de haya y roble, que hoy vamos a conocer en profundidad.
 Asphodelus albus (gamón)
Dejamos el coche en el mismo pueblo y comenzamos a caminar, remontando el valle formado por el arroyo Rabanal pues queremos recorrer la senda señalizada como PR LE-21 y conocida como Mirva-Rabanal, aunque nosostros la relizaremos en sentido contrario a la señalización.

El sendero va paralelo al arroyo Rabanal y recorre las alegres campiñas llenas de un colorido espectacular por su cantidad y variedad de flora.

La orquídea más representativa de estas praderías es la popular Orchis morio, que da una tonalidad rosada a estos valles en esta época del año.

Compite en presencia con el gamón, Asphodelus albus también muy abundante durante todo el recorrido.

Descubrimos una amplia variedad en estos pastizales de narcisos, primaveras, aguileñas, acónitos, escila española, bellis...

 El camino discurre así, de forma cómoda, aunque zigzagueante como el arroyo y en suave ascenso, dirgiéndose a la base del frondoso hayedo.

En estas praderías descansa y se alimenta cómodamente el ganado.
Los excelentes pastos dan alimento a una cabaña ganadera, especialmente de vacuno de distintas razas, aunque predomina la parda alpina.

Hacia donde nosotros nos dirigimos la gandería es predominantemente equina y algún que otro ejemplar se acercó a saludarnos.

El bosque por el que va a ir ascendiendo nuestro sendero está conformado en su mayor parte por hayas, lo que hace que tenga un aspecto un tanto sombrío, incluso en esta época del año, porque las hojas de estos árboles se disponen normalmente en posición horizontal, dejando pasar escasa cantidad de luz.
Fagus sylvatica
Este bosque conserva ejemplares de roble albar de importantes dimensiones y también descubrimos numerosos serbales de los cazadores, mostajos y acebos.
Quercus petraea (roble albar)
 Al tratarse de un hayedo tan denso, no permite el crecimiento de casi ninguna otra planta en el suelo.

En primavera, eso sí, el gamón se abre paso aún en estas condiciones.

Estos hayedos son el hábitat preferido del picamaderos negro Dryocopus martius, cuyo sonoro tamborileo pudimos escuchar en la lejanía aunque ...
¡a saber dónde estaba!

En poco más de una hora, salimos a un claro conocido como el Alto de la Giesa de 1.354 mts. donde, además de escuchar a la perdiz pardilla Perdix perdix (sin suerte tampoco de verla), disfrutamos de unas vistas que ni el mejor de los balcones...
Vista de los bosques de Burón desde el Alto de Giesa

El camino discurre, de nuevo, por una boscosa umbría que, llegada esta hora, se va agradeciendo y, a un lado y otro de este sendero vemos aparecer diferentes representantes de la variada flora: acónitos, saxifragas, búgulas, narcisos amarillos y blancos, arándanos... todas ellas en el comienzo de su floración.                                                     Ajuga pyramidalis (búgula) 
Parece que hemos llegado a la mitad de nuestro recorrido, durante el que seguimos sorprendiéndonos de los tapizados naturales llenos de vida...
La aguileña y el arándano tampoco faltan en nuestro recorrido...
Aquilegia vulgaris sp. vulgaris
Nos restan por subir unos pocos metros y habremos alcanzado lo que se conoce como el collado del Prao Llao, desde el que se vislumbra una buena panorámica de los macizos central y occidental de Picos.
Caseta del Prao Llao
Después de un pequeño refrigerio junto a la caseta (pues hay que reponer fuerzas, de vez en cuando) continuamos dejando a nuestra espalda la vista de picos, para introducirnos de nuevo en la umbría del hayedo que cubre completamente estos montes de Burón.
Senda de descenso entre el hayedo
Como es habitual, el descenso se hace más cómodo y avanzamos llegando con presteza al amplio valle del río Mirva, de características similares al de Rabanal por el que ascendimos.
Valle de Mirva
 También salió a nuestro paso algún representante de la familia equina...
Al final del valle existe un pequeño merendero donde hicimos nuestro almuerzo, muy entretenidos, por cierto.
Area recretativa de Mirva (Burón)
Nos visitaron arrendajos, chovas piquirrojas, el colirrojo tizón que criaba en la zona, aviones zapadores, lavandera blanca, pardillos, collalba gris, cernícalo común. Además del sobrevuelo constante de milano negro, cigueña y buitres que por este valle daban paso de un lado a otro...  Desde aquí, mediante un corto recorrido eso sí, por la carretera... volvimos al pueblo de Burón donde habíamos dejado el coche, para concluir así un circuito de unos 13 kilómetros de longitud en poco más de cinco horas.
Orobanche
Hasta aquí nuestro relato rutero. Algo más de información pajaril merece la pena ser descrito en una entrada individual que pronto relataremos.
Hasta entonces os mandamos
Un saludo desde Pucela.
Ojolince y sra.