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El valle de Pineda y la majada de las Huelgas

Domingo, 20 de Mayo de 2.018
Hemos quedado este domingo con nuestros buenos amigos palentinos, para hacer una primaveral incursión en el valle de Pineda.
La majada de las Huelgas en el valle de Pineda ¡un enclave excepcional!
      Ranunculus tripartitus

Ana y Luis NATURALEZA DE LA VALDAVIA, además de nuestra guía y conocedora de majadas y chozos Verónica, comparten el día con 'Ojolince y Sra.'
Pyrgus sp.
alimentándose en Ranunculus nigrescens


En lo que va de estación, las temperaturas no se han elevado lo suficiente para dar paso a una buena floración en la montaña pero, aún así, este grupo de amigos de la naturaleza vamos a disfrutar de un gratificante encuentro con la flora y fauna de la Montaña Palentina.
Vidrieros, bonito pueblo a 1.300 mts. de altitud, al pie del imponente Curavacas
      Rhynocoris cuspidatus - Chinche que se alimenta de otros insectos
perforándolos con su pico y succionando sus fluidos


Reunidos los cinco en Cervera de Pisuerga, y tras tomar el café en el Sevillano, ponemos rumbo a Vidrieros.

A las diez de la mañana no encontramos mucho movimiento en el pueblo y decidimos adentramos en coche un par de kilómetros por la pista al valle de Pineda.



Pedicularis comosa - Hierba piojera
Pedicularis sylvatica - Gallarita


Poco después de pasar el refugio de pescadores 'La Torca' aparcamos, preparamos nuestras mochilas y útiles fotográficos y comenzamos a caminar.


Lepidium heterophyllum
Vistosa crucífera propia de ambientes húmedos de montaña


'Ojolince y Sra.' es la primera vez que vamos a adentrarnos en el valle de Pineda, los demás según nos cuentan, ya lo han hecho en alguna ocasión.

Tres kilómetros más de pista, entretenidos con insectos, mariposas, flora y avifauna, y llegamos a puente Pucherín.


A nuestra espalda queda Puente Pucherín y al fondo peña Escrita
      Aglais io - Mariposa 'Pavo real'
Todos respetamos la decisión de Verónica de remontar el río por su margen izquierda.

Una senda que, en dirección norte, nos introduce al valle en constante contacto con el entorno, descubriendo a cada paso la biodiversidad que atesora.

El camino habitual discurre por una pista trazada a la derecha del río Carrión, que proporciona un buen acceso en vehículo a los ganaderos de las comarcas vecinas, uniendo la provincia de Palencia con los valles de Liébana (Cantabria).

En puente Pucherín abandonamos la pista para tomar una senda que remonta el Carrión por su margen izquierda, de cómodo trazado e interesantes observaciones

Narcissus triandrus ssp. triandrus - Junquillos blancos,
de temprana floración y exigua durabilidad

El ambiente húmedo y primaveral que se respira en este valle propicia la floración de tempranas especies.

Narcisos, violetas, hierba de las siete sangrías, gallaritas, búgulas, verónicas, gajeas, romuleastulipas y variadas ranunculáceas, cariofiláceas y saxifragáceas, son algunas de las herbáceas que nos vamos encontrando por el camino.


Bombilius pardalotos - Mosca abeja que se alimenta de néctar, empleando para ello su larga trompa córnea

Algunos insectos comienza a dar rienda suelta a sus instintos reproductivos, dejándose ver y fotografiar, para su posterior determinación.

Una vista desde las inmediaciones de la peña de la Rabina.
El río Carrión, el refugio y al fondo Santa Marina, donde el Carrión recibe las aguas del arroyo Arauz
Cerastium fontanum - Oreja de ratón    

Durante un tramo, la senda discurre en dirección norte y nos separa del río, ganado altura para pasar por una majada con refugio bien arreglado.


Gagea fistulosa, liliácea con seis tépalos amarillo-verdosos que se cierran durante la ausencia de sol


Hemos alcanzado los 1.430 mts. de altitud y, desde aquí, la vista de uno de los meandros que forma el Carrión en el amplio valle de Pineda nos deleita con esta bonita panorámica.



      'eSrá' y un meandro del río Carrión
      Anemone nemorosa - Anémona de bosque
Veronica serpyllifolia - Ontineta







Recorrido ese tramo por la falda del alto de las Lagunillas, descendemos de nuevo junto al cauce del Carrión.

El joven río Carrión baja con alegría por este valle. Al fondo la horca de Lores
      Saxifraga granulata - Saxífraga blanca
Romulea bulbocodium
Romulea










Uno de los múltiples chozos que, en peor o mejor estado, se encuentran salpicando el valle. Al fondo horca de Lores y peña Carazo
Caltha palustris - Hierba centella      


Después de un gratificante almuerzo, proseguimos nuestro paseo que, en más de una ocasión, nos hace atravesar las torrenteras que se descuelgan por la amplia ladera este del alto de las Lagunillas, donde encontramos flora asociada.


      Ranunculus amplexicaulis - Ranúnculo de hoja abrazadora

CaltasRanúnculosPolígalasSaxífragas, Gentianas y, aunque aún sin florecer, el extremadamente tóxico Matalobos (Aconitum napellus).

Ajuga pyramidalis - Búgula,
en incipiente floración  




Es la una del mediodía cuando llegamos al paraje conocido como Santa Marina.


El grupo en Santa Marina, con vista al Curavacas (izda.), Peña Prieta (centro) pico Lezna (dcha.)
Matthiola perennis - Alhelí triste      
En este enclave es donde el Carrión recibe las aguas del arroyo Arauz y ve incrementado su caudal.

El río, ahora da un importante giro al oeste pues su nacimiento se encuentra unos kilómetros más arriba, nada menos que en la laguna de Fuentes Carrionas, a 2.200 mts. de altitud.

      Saxicola rubicola - Tarabilla común, un bonito macho custodiando territorio
Ana y Luis deciden quedarse a disfrutar de este paraje para hacer aquí su almuerzo.

Nos despedimos de ellos y seguimos la excursión pues Verónica quiere ir en busca de la majada de las Huelgas.

Verónica y 'Ojolince' remontan el joven Carrión hacia la vega de Correcaballos
Iberodorcadion albicans ssp. albicans - Insecto 'pipa'
en su variante palentina 


Este recorrido nos lleva muy próximos al río, atravesando crecidos arroyos y encharcamientos con interesante herpetofauna.


Vipera seoanei seoanei
(morfo unicolor)
Víbora de Seoane o Cantábrica

Más de una víbora se escapa a nuestra mirada, no así de nuestro oído que percibe su rápido movimiento entre la espesa vegetación del borde de los cursos de agua.


Infrecuente forma unicolor, de coloración uniforme pardo-olivácea y sin dibujo dorsal
Drosera rotundifolia - Atrapamoscas,
planta insectívora en una de las turberas atravesadas

Rana bermeja, tritón alpino, tritón palmeado, sapo corredor y sapo partero tienen aquí su habitat predilecto.

Una hora más tarde nos encontramos al pie de la loma donde Verónica recuerda que se alza la majada.

Llegamos a la majada de las Huelgas, una pradera idílica en un enclave señorial
No vemos senda definida pero ascendemos sin dificultad, buscando el mejor paso entre las escobas que pueblan esta ladera.

Unos minutos después, ahí la tenemos...

Verónica y 'eSrá.' disfrutando del paraje. Al fondo, el Curavacas
Pico Lezna y majada de las Huelgas, desde uno de los recintos de pastoreo
      Zoom a Peñaprieta

La majada de las Huelgas es una pradera en altura ubicada entre la vega de Correcaballos y el Estrecho, un paso angosto por el que el joven Carrión se descuelga de su nacimiento en el circo glaciar para formar este fértil valle de Pineda.

El trío en la majada de las Huelgas a 1.548 mts. con vista al Curavacas
La amplia vega de Correcaballos y el Estrecho. Al fondo Peñaprieta
      Lanius collurio - Alcaudón dorsirrojo

Majadas como esta salpican todo el valle de Pineda pues, los pastos que ostenta el valle en verano han sido el sustento de numerosas cabañas ganaderas cántabras y palentinas.

En este bucólico enclave, apetece respirar hondo y relajarse..

Tras conseguirlo, vamos bajando hacia el valle para emprender el camino de retorno a Vidrieros.


Verónica y 'Ojolince' avanzan por la pradera de los Tulipanes.
Al fondo la horca de Lores y peña Carazo

      Tulipa sylvestris - Tulipán silvestre
Nymphalis antiopa - Antíopa, de 7 cms. de envergadura, vuelo rápido y capaz de recorrer grandes distancias

Pradera de los Tulipanes.

Así la llamamos por ser la única en nuestro recorrido en la que les encontramos.

Eso sí ¡casi todos cerrados! que ya estamos en mayo y se acaba su breve floración.


PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 19 Kms.                  ASCENSIÓN ACUMULADA -> 277 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Lineal                            DURACIÓN -> 8 h. 16'
DIFICULTAD -> Fácil                           DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
'Ojolince y Sra.'
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**

Picos de La Celada y Las Cruces desde el valle Estrecho

Sábado, 23 de Mayo de 2015
Se presenta el día prometedor. Buena temperatura y buena luz, nos van a permitir disfrutar del cresteo que tenemos pensado por la sierra que cierra, por el sur, el embalse de Ruesga (o de Cervera), enclavado en el valle Estrecho de la Montaña Palentina.
El entorno del río Rivera, a su paso por Ventanilla, no puede ser más bonito
Acabamos de visitar la panadería y el bar en Cervera de Pisuerga, y poco hemos tardado en llegar a Ventanilla, pequeña y antigua localidad situada en la misma cola del pantano de Ruesga.
    Lasiommata megera - Saltacercas
Niños, perros, mayores, las cigüeñas de la iglesia y sus tres cigüeñatos, golondrinas y aviones... además de un ratonero común y una lagartija roquera que se solea en las piedras del puente, nos hacen un buen recibimiento.

Solicitamos a un vecino las indicaciones para tomar el camino del cementerio y emprendemos la marcha.

'eSrá' atraviesa, por primera vez, el arroyo del Valle
Son cerca de las diez y media y el sol cobra protagonismo; estamos en manga corta desde primera hora.
Melitaea celadussa (Atthalia)     

En pocos minutos, llegamos al cementerio donde el camino se bifurca.

Un brusco giro a la izquierda nos llevaría al mirador de Ventanilla, donde hay unas mesas y una fuente, además de la imagen en piedra de la Virgen del Valle Estrecho.

Geum rivale - Cariofilada de agua
Nosotros continuamos por el camino paralelo al arroyo del Valle, que baja precisamente de las faldas de la sierra a la que nos dirigimos.

Avanzamos a la sombra de sauces, fresnos y chopos junto al cauce del arroyo; grandes rosales, espinos y brezos adornan ambos flancos del camino que llevamos bien alfombrado...
Estrellada Stellaria holostea, Ortiga fétida Lamium purpureum, Hierba de la piedra Arenaria grandiflora, Arenaria montana, Violeta de campo Viola arvensis y Viola alba, Consuelda media Ajuga reptans, Polígala azul Polygala serpyllifolia.

Pero, lo que más llama nuestra atención es la abundancia de Cariofilada de agua, bella rosácea que gusta de los bordes de arroyos y prados encharcadizos, pasando normalmente desapercibida.

Nuestro camino se convierte en un verde corredor
La variedad y abundancia de mariposas, hacen que nos detengamos una y otra vez..
    Pyrgus cf malvoides
Erebia triaria - Montañesa vacilante

















♂ de Panorpa meridionalis - Mosca escorpión
Escamas azules Glaucopsyche melanops, Atalia Melitaea celadussa, Saltacercas Lasiommata megera, Cejialba Callophrys rubi, Ortiguera Aglais urticae, Pyrgus cf malvoides, Montañesa vacilante Erebia triaria.

También un ejemplar macho de Mosca escorpión Panorpa meridionalis, de fácil reconocimiento por su extremo del abdomen con aparato copulador a modo de pinza, que recuerda a la cola del escorpión.
Nos sumergimos en el inmeso y frondoso hayedo
Vaccinium myrtillus - Arándano    
El camino nos introduce a lo más frondoso del hayedo que, salpicado de tejos, acebos, avellanos, robles y mostajos, cubre la ladera norte de esta sierra.

El rico y húmedo suelo está tapizado, casi por completo, de arandaneras que ya han dado comienzo su floración.

Scrophularia auriculata - Escrofularia acuática
Y además...

Escrofularia acuática Scrophularia auriculata, Llantén mediano Plantago media, Aguileña Aquilegia vulgaris, Consuelda menor Symphytum tuberosum, Lechetreznas de bosque Euphorbia amygdaloides, Euphorbia hyberna, Eléboro verde Helleborus viridis, Gamón Asphodelus albus, Torvisco macho Daphne laureola, Trigo vacuno Melamphyrum pratense, Helechos...


Un claro del bosque nos facilita la primera vista del pico de Los Pilones
El camino marca una amplia curva a la derecha en el paraje conocido como 'La Corva' y, a menos de dos horas de ascensión, alcanzamos la cuerda de esta sierra a 1.450 mts. de altitud.
Vista al norte a la salida del bosque. Sierra de Peña Labra y el pico Valdecebollas
Abajo se distinguen el embalse de Ruesga y el pueblo de Ventanilla 
Debemos abandonar el camino que llevamos pues parece que continúa hacia la peña Redonda. Rectificamos dirección y, fuera de toda senda, tomamos la cuerda hacia el sureste.
'eSrá' nos muestra el cordal que vamos a recorrer. Al fondo Pico de La Celada
Vistosa oruga de la nocturna Malacosoma castrensis

Vamos buscando el cresteo más cómodo, moviéndonos por un sutrato de piedra caliza salpicado de escobas y grandes arbustos de Brezo rubio Erica australis y Brezo blanco Erica arborea, además de HayasRobles de pequeño porte, Espinos y Acebos.

Superado el primer resale rocoso aparece un primer Collado, con algunos cercados de piedra

Da comienzo el encuentro con las herbáceas propias de pastos pedregosos, grietas, fisuras y crestones de montaña. 

Ranúnculo de prado Ranunculus gramineus, Aciano linguado Centaurea triumfetti, Benedicta o hierba de San Benito Geum urbanum, Albahaca agreste Acinos alpinus, Siempreniña Erinus alpinus, Alhelí triste Mathiola fructiculosa, Becerrilla pequeña Chaenorhinum origanifolium.
'eSrá' en la pradera-cima del Pico de los Pilones a 1.516 mts.   
Una amplia pradería nos da la bienvenida tras subir el múltiple cresteo del pico de los Pilones.

Descendemos de esta pequeña cota al collado de los Barros, alcanzado por la vegetación arbórea en su vertiente norte.

'Ojolince' se aproxima al collado de los Barros, vigilado por el pico de La Celada
Iberodorcadion albicans subsp. palentinum 
Docardio gris (Cerambícido)

Poco a poco, la suave loma herbácea por la que damos comienzo la ascensión al pico de La Celada, se va transformado en pedregal, brindándonos de nuevo la oportunidad de localizar especies.

Además de unas placenteras vistas...

    Zoom al Curavacas con su 'nube' particular
     Cresteo recorrido. Al fondo destaca peña Redonda
      Globularia repens - Siemprejunta
      'eSrá' en el pico de La Celada
 










     Papilio machaon - Macaón en La Celada






    Erinus alpinus - Siempreniña 
 
Primavera Primula elatiorArdivieja Heliathemum ledifoliumMosquitas doradas Linaria supinaSiemprejunta Globularia repensG. vulgaris.

  Hacia el sureste se extiene el amplio valle de Tosande, presidido por la peña Cantoral
Lycaena alciphron - Manto de púrpura

La cima del pico de la Celada está dando para mucho, pero hemos de bajar.

Nos espera el resto de la crestería, con el aliciente de nuevos visitantes aladaos, que se suman a los que ya llevamos observados esta mañana.

'Ojolince' y la crestería hacia el pico de las Cruces     
Neophron percnopterus - Alimoche     

Además de los carboneros, escribanos, currucas y trepadores del bosque, un milano negro, un cuervo y un alimoche se dejan ver por las alturas.

Algún que otro buitre leonado y una pareja de chovas piquirrojas, vienen a animarnos de vez en cuando.

  Podarcis muralis - Lagartija roquera
Más que agradable el encuentro con un cuco, que no deja que 'Ojolince' le retrate para la ocasión.

 Y una pareja de escarabajos peloteros muy afanados con su trabajo.

Además de las lagartijas roqueras que, por este terreno, se encuentran en su salsa.


'eSrá' a la bajada del pico de La Celada. Al fondo la onmipresente peña Redonda
Corta es la distancia que nos separa del pico Hoyovejas de 1.516 mts. de altitud, que ascendemos fácil y rápidamente.
Vista del cordal que nos queda por recorrer, desde la cumbre de Hoyovejas
Como ya nos sucediera con el pico de los Pilones, una sucesión de pequeñas crestas conforman el pico Hoyovejas y vamos entretenidos con la vida rupícola que aflora entre sus grietas.
      Ranunculus bulbosus
   Paronychia kapela subsp. serpyllifolia
 Sanguinaria o Plateada    






Muy abundante y bien florida la
Iberis carnosa. Además del Botón de oro Ranunculus bulbosus, Erysimum duriaei y la Clavelina Dianthus deltoides.
    Saxifraga canaliculata - Saxífraga acanalada

La Sanguinaria o plateada Paronychia kapela subsp. serpylliflora, y el endemismo de la Cordillera Cantábrica Saxífraga acanalada Saxifraga canaliculata de hojas viscosas, confieren vida a la roca.

Las siempreniñas y becerrillas no sólo ponen la nota de color, si no que contribuyen a la formación de suelo por la acción colonizadora de sus raíces.

'Ojolince' por la empedrada ladera que conduce al pico de los Novios
Un constante subir y bajar por este cresterío nos va a ir haciendo perder altura, hasta que llegamos a una cota previa a 'los Novios'.
Ojolince en la cota 'sin nombre' previa a 'Los Novios', a 1.461 mts.
Podarcis bocagei - Lagartija de bocage   
La ladera de esta cresta 'sin nombre' muere en un brusco cortado que nos obliga a bajar de él mediante una sencilla destrepada.

Hay que prestar la debida atención a la piedra caliza que se fractura y desprende con facilidad.

Chaenorhinum origanifolium - Becerrilla pequeña
Salvado este desnivel de 100 mts. nos encontramos en una collada previa al collado de los Novios, un bonito lugar para el almuerzo del día.
¡A las tres y media de la tarde, lo tenemos bien ganado!
 Una nerviosa lagartija de bocage nos acompaña durante el descanso.

Tras el almuerzo, nos dirigimos hacia la otra cota importante del día, el pico de Las Cruces.

Atrás van quedando la cresta y collada previas a 'los Novios'   
Aún debemos seguir cresteando. Subimos y bajamos 'Los Novios', hasta llegar al collado del mismo nombre a 1.364 mts.
'Ojolince' ha puesto rumbo al pico de las Cruces    

De éste seguimos avanzando en dirección sureste hasta alcanzar la cuerda que une el pico del Roblillo con el de Las Cruces.

Ganada esta cuerda, ¡por fin! enfilamos la subida al pico de Las Cruces.

'eSrá' en un bonito resalte de la subida a las Cruces, con buena vista panorámica

    'Ojolince y Sra.' en el Pico de Las Cruces a 1.565 mts.

Unos pocos minutos de sencilla ascensión nos separan de la cima.

Una vez en ella, miramos en dirección este y distinguimos el collado del Brezal y el sendero que nos llevaría al Almonga (1.519 mts.), pico emblemático de Cervera del Pisuerga.

Panorámica hacia el collado del Brezal y el pico Almonga   
 Decidimos dejar la visita al Almonga para otra ocasión. Aún tenemos una buena 'tirada' de vuelta. 
Al norte tenemos el embalse de Ruesga, donde debemos dirigirnos
 'Ojolince' desciende en busca del hayedo   

Descendemos del pico Las Cruces por su ladera norte (opuesta a la de ascensión).

Pero, enseguida rectificamos dirección sur, para faldearle bajando al valle en busca del hayedo que tupe su ladera.

Un buen tramo inmersos en lo más profundo del hayedo

No resulta nada cómodo bajar resbalando constantemente entre la hojarasca del hayedo, pero el ambiente de este paraje no puede ser más bonito.

A la salida del hayedo nos vemos sorprendidos por la presencia de una cierva, que huye a la carrera.

Cervus elaphus - Ciervo ♀    

Nos encontramos con los restos de la mina de Landillero, una explotación de cobre abandonada.

Éste es el punto donde nos unimos al camino de las Calicatas que nos conducirá, sin pérdida, por el valle del hayedo hasta el embalse de Ruesga.




'Ojolince' junto a los restos de la mina de Landillero    

Saponaria ocymoides - Jabonera







Paralelo al camino de las Calicatas, baja otro de los múltiples arroyos que riegan estas prósperas laderas y mueren en el mismo embalse.
    Granja-explotación con pilón de buen tamaño
El camino vuelve a estar plenamente florido.

Baleo montesino Linaria spartea, Viborera Echium vulgare, Búgula Ajuga pyramidalisJabonera roja Saponaria ocymoides... por citar algunas.

Y bien ambientado.

Lanius collurio - Alcaudón dorsirrojo   


Un alegre Alcaudón dorsirrojo se encuentra perchado en su rosal favorito.

'Ojolince' se aproxima intentando no molestarle, pues parece que es su territorio de caza.

Un corto tramo nos separa del área recreativa del embalse.

El camino de las Calicatas termina en el mismo área recreativa del embalse, junto al pueblo de Ruesga
      Choto descansando junto al embalse
Pocas personas nos encontramos en ella pero, eso sí, un buen grupo de vacas con sus terneros pacen y descansan en estas verdes praderas.

'Ojolince y Sra.' no nos entretenemos más.

Debemos recorrer los más de cinco kilómetros que aún nos separan del pueblo de Ventanilla, por la senda GR-1 que bordea el embalse.

Embalse de Cervera o de Ruesga
 Otra vista del embalse de Ruesga     

La senda es muy agradable y merecería una mayor dedicación.

Algunos tramos discurren muy próximos al agua, mientras que otros nos introducen en impresionantes galerías de arbolado.

Linum narbonense - Lino azul
La vegetación es muy cambiante.
Boloria dia - Perlada violeta





Linos, euphorbias, jacintos de bosque, eléboros, arándanos...

Y alguna sorpresa en forma de lepidóptero que pasa a engrosar la galería de mariposas de 'Ojolince y Sra.'
Cola del embalse y pueblo de Ventanilla (al fondo el Curavacas)
A más de las ocho de la tarde llegamos a Ventanilla y damos por terminada nuestra completa excursión.
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea roja
DISTANCIA TOTAL -> 17,5 Kms.                        ASCENSIÓN ACUMULADA -> 1.068 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Circular                        DIFICULTAD -> Media
TIEMPO TOTAL -> 9 h. 30'                       DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
Como siempre, un placer compartir la experiencia. Hasta pronto.
Ojolince y Sra.
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**