Domingo, 9 de Octubre de 2.016
Antes de verano, un buen grupo de amigos, recorrimos la sierra de Peñalabra, dejando pendiente la visita a la cueva del Cobre para mejor ocasión.
Javier, Luis, Jesús, Alvaro y Luisfer en la cueva del Mono con vista al valle de Viarce, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas-Fuente El Cobre
Así ha sido como se ha fraguado la ruta de hoy.
Nuestra intención es recorrer parte de la sierra de la Cebollera partiendo de Santa María de Redondo, para hacer cumbre en Valdecebollas y bajar a la cueva por el valle de Covarrés.
A nuestra espalda, la sierra de Peñalabra, adornada por un denso frente de nubes
Nos hemos dado cita, Javier Ureta PASEOS POR LAS MONTAÑAS, Luis Herrero NATURALEZA DE LA VALDAVIA, Jesús, Alvaro y Luisfer CAMINANDO. BLOG DE LUISFER, en Cervera de Pisuerga.
Crocus serotinus - Azafrán de otoño o 'tardío'
Globularia vulgaris - Botón de pobre
Hoy echamos en falta a Tere (eSrá o Sra. 'Ojolince' para los amigos) que se está recuperando de su lesión y, desde aquí, le dedicamos el primer Azafrán de Otoño de la temporada.
Atravesamos el joven Pisuerga y encaminamos nuestros pasos al valle de Viarce por el que vamos a ir ascendiendo hasta alcanzar su collado.
Las Peñas del Moro vigilantes, a la entrada del valle de Viarce
Caminamos por un bonito hayedo que va clareando a medida que ganamos altura
Un grupo de rebecos se desenvuelve con soltura en la ladera contigua, manteniendo siempre la prudente distancia.
Atrás dejamos el bosque mixto que tapiza estas laderas y las peñas de Moro; al fondo, la triangular peña Abismo se deja ver entre las nubes
Luisfer, quién conoce bien estos parajes, nos anima a subir a la peña y visitar la cueva del Mono, así llamada por la similitud de la peña con la cabeza de un mono, en la que el ojo es la entrada a la cueva.
Javier y Luisfer se adentran en la cavidad de la cueva
La galería se abre en una gran ventana con vista al valle de Viarce
El grupo progresa por una de las canales de la ladera oeste de peña Tejedo
Inclinada y abrupta pero con buenos agarres, una canal pedregosa nos lleva a alcanzar la pequeña planicie donde se asienta una cueva, desconocida para el grupo.
Triphosa tauteli
A todos nos apetece la idea de dedicarle unos minutos y eso hacemos.
Nos adentrarnos en ella unos metros, linterna en mano, y ¡qué sorpresa descubrir que alberga vida en su interior!
Triphosa dubitata, cuya oruga se alimenta del Aladierno
Varias polillas de diversas especies están repartidas por las paredes de la cavidad.
De ahí que haya consenso para bautizar a esta desconocida como 'Cueva de las Polillas'.
A la salida nos fijamos en la perfección del arco que forma la oquedad
Pocos metros nos separan de la cumbre de peña Tejedo, donde el frío y la niebla hacen que nos abriguemos y no podamos, si quiera, disfrutar de las vistas.
Nubes y claros acompañan al grupo en su descenso a Las Traviesas
El buen chozo de las Traviesas, en restauración, nos espera a la hora del almuerzo.
Tras el breve descanso, atrás dejamos Las Traviesas a 1.794 mts.
Abandonamos el lugar en dirección al Cueto de Comunales, con la esperanza de que el sol consiga disipar las nubes que aún cubren las cotas más altas de esta sierra.
Amplia es la panorámica contemplada durante la ascensión al Cueto de Comunales
En menos de tres cuartos de hora hollamos su cumbre.
Como el sol parece que le está ganando la partida a las nubes...
¡Vamos a por el Valdecebollas!
Una Collalba gris sobre promontorio rocoso, parece indicarnos el sentido de la marcha...
Por estas alturas se dejan ver Bisbitas y Collalbas, además de los consabidos y dominadores Buitres leonados, Cuervos y Chovas.
No así el panorama, porque la cima sigue engullida en la niebla.
Son cerca de las dos y media cuando ponemos rumbo al Sel.
El descenso del Valdecebollas le hacemos siguiendo el vallado
Curioso crisomélido que, cuando es molestado, secreta un líquido rojo por la boca y las articulaciones de las patas, de ahí su nombre.
En dirección norte y siguiendo la demarcación del vallado, descendemos sin dificultad hacia el Sel de la Fuente.
Formaciones rocosas del circo glaciar del Valdecebollas donde, en invierno, se crean las cascadas de hielo
Tras la comida, a la que Luisfer tiene la sana costumbre de añadirle un buen café, nos levantamos recuperados y con ganas de proseguir la aventura.
Pocos minutos después nos encontramos ante el sumidero del Sel de la Fuente, con poca entrada de agua.
Javier y Luisfer exploran el sumidero del Sel de la Fuente a 1.764 mts. por donde se cuelan las aguas de esta cuenca glaciar, para reaparecer en la cueva del Cobre
Seguimos una desdibujada senda entre los escobares que pueblan el valle de Covarrés.
En este entorno, se hacen frecuentes las observaciones de Chicharras montañeras o de piornal, pues es ahora su momento para el cortejo y la cópula.
Amplio y tupido valle hasta las inmediaciones de la Cueva del Cobre
Ejemplar de Chicharra 'sin identificar'
Jesús toma esta instantánea del grupo en un característico arco en la roca
Sobre las cinco de la tarde descendemos por la ladera que conforma la boca de la cueva.
Entramos por la boca secundaria de la cueva del Cobre
Luisfer nos indica la entrada secundaria a la derecha de la boca principal, y por ella accedemos.
La sala principal de la cueva del Cobre se abre ante nosotros.
¡Es imponente!
Luisfer en el centro de la cavidad principal de acceso a la cueva
Después de despojarnos de nuestras mochilas y colocarnos los frontales...
¡Vamos para dentro!
Enseguida encontramos el cauce del arroyo, pero caminamos más cómodamente por la ladera excavada por el agua.
Javier y Jesús algo encorvados, evitando coscorrones
Otras veces, es necesario reptar un poco...
¡La aventura está resultando muy entretenida!
El joven Pisuerga nos está dejando remontar un buen tramo, pues lleva poca agua en estas fechas.
Túnel con puente colgante de Piedra, una maravilla más
¡Cómo nos está gustando explorar esta cueva!
Aunque...
¡Ni mucho menos! hemos sido los únicos en realizar este camino.
Formaciones de carbonato cálcico
Todo el recorrido que llevamos está hitado.
Nos entristece comprobar que hay quién llega a estos rincones para ensuciar, pintar e incluso romper las formaciones del interior de la cueva.
¡¡Lamentable!!
El techo reluce con la iluminación
Admiramos y fotografiamos muchas de ellas.
Y nos damos cuenta de que esta visita requiere de una dedicación y un tiempo, del que hoy no disponemos.
¡Caprichosas formas y detalles!
Todos nos quedamos con ganas de más pero decidimos que es hora de regresar.
Cuando llegamos a la entrada y vemos de nuevo luz natural, caemos en la cuenta de que hemos estado una hora en las entrañas de la tierra.
Sólo nos queda retornar a Santa María por la senda del río, en un agradable paseo con los primeros tintes otoñales.
Todos nos sentimos muy satisfechos de haber completado una circular montañera, animada, variada y exploradora.
¡¡Una vez más, la montaña ha conseguido sorprendernos!!
Ojolince y Sra.
Cuando llegamos a la entrada y vemos de nuevo luz natural, caemos en la cuenta de que hemos estado una hora en las entrañas de la tierra.
De regreso a la cavidad principal recibimos la luz de sus dos salidas
El grupo, muy satisfecho, recorre la senda de Fuente Cobre hasta Santa María
El recorrido seguido está dibujado en linea roja
TIPO DE TRAZADO -> Circular DIFICULTAD -> Media
TIEMPO TOTAL -> 10 h. 10' DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO¡¡Una vez más, la montaña ha conseguido sorprendernos!!
Ojolince y Sra.