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Recorrido por Marismas Blancas y Santoña

Sábado, 29 de Mayo de 2010
Acostumbrados a los madrugones para rutas montañeras, tampoco hacemos pereza cuando se trata de ir al mar que, con este tiempecito...ya apetece; eso sí, con la doble equipación de observadores y domingueros bañistas.
Agradecidos por poder hacer uso de la autovía de la Meseta a Cantabria y después de la obligada parada de descanso en Reinosa, pudimos ponernos a disfrutar de nuestro oficio de observadores en las Marismas Blancas (Astilleros de Santander) a poco más de las diez de la mañana.
La mañana estaba tranquila pero el cielo bastante cubierto con lo que la luz no dejaba ver bien los coloridos de azulones, zampullines y porrones (europeo y moñudo) que por allí campaban a sus anchas.
Una Anas platyrhynchos, descansando entre los carrizos
Además de una pareja de cisne vulgar, con su pollada. Más tarde encontramos otros con actitudes poco amigables.
Cignus olor
También se dejó ver con facilidad el amigo somormujo, con su mejor traje de verano.
Podiceps cristatus
Continuamos hacia las Marismas de Santoña, en concreto a la zona del monasterio de Montehano, un poco desencantados porque, aunque ya lo sabíamos, Santoña en verano no tiene la variedad del invierno, en lo que a aves se refiere ya que no se podía decir lo mismo de flora:
Ophrys apifera
Ortiguera (Aglais urticae)
Ni de la familia de los ninfálidos...
Pero, la fortuna quiso que pudiéramos deleitarnos con un ejemplar de halcón que había elegido un feísiiiiiiiiiiiiiimo posadero para descansar después de su comida mañanera.
Falco peregrinus

También pasamos un buen rato observando a los zarapitos reales que abundaban por la zona aunque a distancias considerables.
Además de alguna que otra garceta común que echaba vuelos cortos delante de nosotros para que ojolince practicase la foto en vuelo, nada ¡QUE NO SALE! bueno pues ahí quieta...

Egretta garcetta
Cambiamos de zona, vamos a ver qué se guisa por el canal de Boó, más conocido como el paseo de las conserveras de Santoña; ahí, en la marisma Bengoa, este invierno pudimos ver a placer los colimbos grande y ártico de los que dejo buena muestra (en su momento no había iniciado este cuaderno)
   Gavia immer                                                               Gavia arctica

También este invierno tuvimos la suerte de ver a un ibis sagrado que paró aquí durante un tiempo, pero estaba demasiado lejos para dejar constancia fotográfica.
Bueno, a lo que vamos, el paseo era reconfortante después de tanto rato a pie firme pero no dábamos dos pasos sin detenernos por un canto, un vuelo o una foto... Mucha lavandera boyera, el cistícola juncidis que se oía más que verse, garza real, azulones, larus varius...milanos negros, garcillas bueyeras y las prota de día: bando de espátulas en vuelo.

Platalea leucorodia
Como ya se aproximaba la hora de comer decidimos ir a la playa de Trengandín en Noja porque ahí hay un espacio verde con sombra donde tirar la toalla para comer cómodamente y al fresquito.
Después cafetito en bar Los Peñones y paseo por la playa, que la tarde se está arreglando.
El sol calienta bastante más que por la mañana y apetece un baño; el agua fría normal en esta época de año, nos reconforta. Ya hemos recobrado fuerzas para seguir pajareando...
Nos acercamos a La Junquera de Pedreña de donde también tenemos buenos recuerdos de este invierno...
Pandion haliaetus
... la pescadora nos deleitó con su pesca y vuelo.
Hoy nos conformamos con el paseo por la costa y sus inmejorables vistas de las bahías de Pedreña y Santander.
Ah! y con este joven de Larus fuscus ? que pasaba cerca y ojolince pudo inmortalizar para la posteridad... bueno más bien para su álbum particular.

Y hasta aquí, nuestra aventura marismeña de este primer sábado realmente veraniego del año.
Hasta pronto y saludos desde Pucela. Ojolince y sra.

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