Sábado, 20 de Mayo de 2.017
Teníamos mucha ganas de volver a 'la Palentina' y para ello hemos elegido una de las pendientes.
'Ojolince y Sra.' en los Altos de la Hoya Martín Vaquero con vista al Espigüete
Berberis vulgaris - Agracejo, arbusto en flor
Leída la ruta en la guía de montaña de Vidal y David editada por La Pedrera Pindia, nos planteamos dedicarle una buena jornada primaveral, para así conocer bien el entorno, no pisado hasta ahora por 'Ojolince y Sra.'
Iberis carnosa - Carraspique, bonita crucífera de pedregales calizos
Para ello, a las diez de la mañana ya estamos en el aparcamiento de Pino Llano, al pie del Espigüete, donde da comienzo la senda de la cascada de Mazobre.
Erysimum duriaei, endemismo de la Cordillera Cantábrica que crece en gleras, grietas y rocas calizas
Tomamos el camino que discurre paralelo al arroyo Mazobre y vamos muy tranquilos y solitarios, avanzando al pie de los barrancos septentrionales del Espigüete.
de alas anteriores pardo-oscuro con reverso pardo-dorado
Esta senda ya se encuentra a 1.400 mts. de altitud y vamos localizando especies montanas, bien interesantes.
Rosáceas como la Sanguisorba y el Agracejo; el Geranio de las cordilleras Erodium glandulosum; Primaveras, Estrelladas, Búgulas, Nomeolvides.
Llama nuestra atención la presencia de varias especies de crucíferas como el Alhelí triste Matthiola fruticulosa, el Carraspique Iberis carnosa y el endemismo de la cordillera Erysimum duriaei.
'Ojolince' junto a las últimas estribaciones del Espigüete, ya en las inmediaciones de la cascada
Emberiza cia - Escribano montesino
También nos atraen los lepidópteros. Son varias las especies que se repiten durante este trayecto.
Ortiguera, Doncella mayor, Cejialba, Náyade, Cervanes, Sofía, Piquitos castaña, Ajedrezada menor y Musgosa, por el momento.
Nuestra senda sigue ganando altura mientras 'Ojolince y Sra.' continuamos descubriendo la flora característica de pastos y brezales de altura; junto a la asociada a arroyos y escorrentías de los escasos neveros que aún perduran.
Linaria elegans - Mosquitas azules, endemismo de la península ibérica que se circunscribe al centro, noroeste y algunas áreas del S. Ibérico
Becerrilla pequeña Chaenorhinum origanifolium, Carrasquilla azul Glandora diffusa,
Mosquitas azules Linaria elegans,
Gallarito amarillo Pedicularis comosa,
Ranúnculo negro Ranunculus nigrescens,
Calta o Verruguera Caltha palustris,
Saxifraga estrellada Micranhes stellaris...
Una vista atrás y ahí tenemos la magestuosa estampa de la cara norte del Espigüete
Micranthes stellaris (Saxifraga stellaris)
Saxifraga estrellada o Estrellita
La Saxifraga estrellada de hojas ovales arrosetadas crece sobre las rocas húmedas de manantiales y arroyos de montaña; debe su nombre al diminuto tamaño de su flor.
Unos metros más y, tras vadear el arroyo que baja de los altos de la hoya Martín Vaquero, rodeamos una pequeña cota girando hacia la izquierda y desembocando en las praderas de la Majada Cimera de Mazobre, que cuenta con un chozo en ruinas.
Dejamos la Majada Cimera a nuestra espalda y de nuevo cruzamos el arroyo por un tramo salpicado de las Primaveras de flor bermeja que están en todo su esplendor.
Según hemos leído, en la guía de Vidal y David, debemos subir buscando las vaguadas más despejadas de vegetación pues, a partir de aquí, ya no existe senda definida.
La sorpresa salta a la carrera entre las escobas: una hembra de Ciervo y su retoño del año pasado, salen a toda velocidad tan sorprendidos como nosotros.
Biscutella intermedia - Anteojos menor
Si miramos a nuestros pies, entre el roquedo, resalta el amarillo de un Anteojos menor.
Se trata de un endemismo del norte de la Península Ibérica que crece en los roquedos de la alta montaña. ¡Está claro! Estamos a buena altura.
Consultamos el track que nos indica que debemos remontar el arroyo que baja de la lagunilla de Mazobre que se encuentra a 1.856 mts.
Tan entretenidos vamos y tan alta está la vegetación en este tramo, que no nos damos cuenta que dejamos la laguna a nuestra izquierda y seguimos ascendiendo. Ya tenemos próxima la cuerda que cierra esta hoya.
Vista de la hoya en que se encuentra la Majada Cimera. Al fondo, el Curavacas
Ascendemos los últimos metros para situarnos sobre el cordal a 2.023 mts.
Insecto 'Pipa', muy amigable
Ya tenemos enfrente nuestro objetivo: el Alto de la Hoya Martín Vaquero.
La aproximación es rápida y pronto nos encontramos en el collado que da paso a su ascensión.
La ladera es pedregosa pero está tapizada de vegetación que la afianza.
Subimos zigzagueando, buscando el mejor trazado y encontrando bellezas como el Tablero de Damas que, esta seca primavera, se muestran con 'cuentagotas'.
A las dos y media 'Ojolince y Sra.' hacemos cumbre en el Alto de la Hoya Martín Vaquero, a 2.112 mts.
Los altos de la Hoya Martín Vaquero son una sucesión de cotas alineadas hacia el oeste y cuyo recorrido es bien entretenido.
Avanzamos un tramo por esta alineación llena de riscos, piedra disgregada y pequeños laberintos rocosos.
A nuestra derecha (N) el valle del torrente Gustalapiedra y 'Picos' al fondo
Tenemos encima una especie de arcoiris en combinación con unas caprichosas formas de las nubes que cambian a gran velocidad.
Terminado el almuerzo, subimos al alto de la Hoya Martín Vaquero para retornar por donde le ascendimos.
Una vez en el collado, tenemos por delante todo el cordal de aproximación al Espigüete.
Tulipa sylvestris - Tulipán silvestre, el único que crece en la península ibérica, en pastos secos, pedregosos y soleados de alta montaña
Por él avanzamos a buen ritmo, en dirección sur, sin dejarnos ciertas observaciones interesantes.
La senda, algo perdida, discurre por la divisoria de aguas, y nos hace subir dos pequeñas cotas antes del llegar al alto de los Cutulillos (alto de Arra) de 2.042 mts.
Seguimos hasta otra cota inferior desde la que observamos cómo, la corta distancia que nos separa del collado de Mazobre, es un mar de escobas.
Sin pensarlo mucho atravesamos el escobal y alcanzamos el collado.
Una buena rampa nos eleva hasta el alto del collado de Arra.
'Ojolince' llegando al alto del collado de Arra de 2.029 mts.
De éste se baja sin dificultad al collado de Arra de 1.991 mts.
Girando al este, bajamos por una señalizada vaguada que nos aproxima a las estribaciones del Espigüete.
Este pedregoso descenso nos lleva a la Sima del Anillo. Una gruta por la que desaparece el arroyo que por ella se precipita y aún no se sabe, con certeza, dónde tiene su final.
Este entorno está bellamente salpicado de Pastorcillas en las praderas y Lonchites, Doradillas, Alchemillas, Saxifragas... que se nutren de las rocas.
La Flor del viento, algo más escasa, también hace su aparición a esta altitud.
Desde aquí, poco nos falta por descender para unirnos a la senda de la Cascada de Mazobre, donde comenzábamos ruta hace ya bastantes horas.
Una exuberante senda nos conduce, de vuelta, a la cascada de Mazobre
Geum rivale - Cariofilada de agua
El día se nos ha pasado 'volando'.. ¡eso sí! llevamos nuestras retinas y cámaras bien repletas y documentadas, con todo lo que hemos podido observar.
La primavera es magnífica en la Montaña Palentina y así nos lo demuestra cada vez que la visitamos.
Hasta pronto.
'Ojolince y Sra.'
Llevamos a nuestra derecha la vista del corazón del macizo de Fuentes Carrionas
Erynnis tages - Cervantesde alas anteriores pardo-oscuro con reverso pardo-dorado
Esta senda ya se encuentra a 1.400 mts. de altitud y vamos localizando especies montanas, bien interesantes.
Rosáceas como la Sanguisorba y el Agracejo; el Geranio de las cordilleras Erodium glandulosum; Primaveras, Estrelladas, Búgulas, Nomeolvides.
Pyrgus malvoides - Ajedrezada menor, la más pequeña de la familia Hesperidae
Llama nuestra atención la presencia de varias especies de crucíferas como el Alhelí triste Matthiola fruticulosa, el Carraspique Iberis carnosa y el endemismo de la cordillera Erysimum duriaei.
'Ojolince' junto a las últimas estribaciones del Espigüete, ya en las inmediaciones de la cascada
Emberiza cia - Escribano montesino
También nos atraen los lepidópteros. Son varias las especies que se repiten durante este trayecto.
Ortiguera, Doncella mayor, Cejialba, Náyade, Cervanes, Sofía, Piquitos castaña, Ajedrezada menor y Musgosa, por el momento.
Anthocharis cardamines - Musgosa o Aurora (cópula)
Emberiza citrinella - Escribano cerillo
¿Quién está atravesando el camino?
¡Una Víbora de Seoane!
Vipera seoanei ssp. seoanei
Víbora de Seoane
forma unicolor
Se trata de una forma unicolor de bonito color pardo-cobrizo, sin lineas ni dibujos dorsales; aunque siempre están presentes, en la parte posterior de su cabeza, dos marcas oblícuas a modo de 'V' invertida.
Un poco más adelante nos encontramos con el puente que da acceso al mirador de la Cascada de Mazobre.
Sylvia communis - Curruca zarcera
El tramo que nos queda por recorrer hasta la cascada está bien ambientado..
No sólo por el rumor de las aguas del arroyo Mazobre que se precipitan en tan bonito salto, también por las numerosas y cantarinas Currucas zarceras que desde el ramaje, semiescondidas, no paran de reclamar.
Cascada de Mazobre y 'eSrá'
Podarcis muralis - 'Roquera'
Nos cuesta bastante abandonar el idílico entorno de la cascada, pero también nos atrae la vida que se localiza en la senda a la Majada Cimera.
Pinguicula grandiflora - Grasilla de flores grandes, planta insectívora de la fam. Lentibulariaceae
'Ojolince' por la senda a la Majada Cimera
Melitaea phoebe - Doncella mayor
Durante este tramo la senda se pierde, en ocasiones, entre altos brezos y escobas.
Si seguimos el rumor del arroyo, que siempre llevamos a nuestra derecha, no tendremos problema para volver a localizarla.
Llegamos a una segunda cascada, tanto o más bonita que la anterior
Carcharodus alceae - Piquitos castaña
Nuestra senda sigue ganando altura mientras 'Ojolince y Sra.' continuamos descubriendo la flora característica de pastos y brezales de altura; junto a la asociada a arroyos y escorrentías de los escasos neveros que aún perduran.
Linaria elegans - Mosquitas azules, endemismo de la península ibérica que se circunscribe al centro, noroeste y algunas áreas del S. Ibérico
Becerrilla pequeña Chaenorhinum origanifolium, Carrasquilla azul Glandora diffusa,
Mosquitas azules Linaria elegans,
Gallarito amarillo Pedicularis comosa,
Ranúnculo negro Ranunculus nigrescens,
Calta o Verruguera Caltha palustris,
Saxifraga estrellada Micranhes stellaris...
Una vista atrás y ahí tenemos la magestuosa estampa de la cara norte del Espigüete
Ranunculus nigrescens
Ranúnculo negro de hojas arrosetadas
Micranthes stellaris (Saxifraga stellaris)
Saxifraga estrellada o Estrellita
La Saxifraga estrellada de hojas ovales arrosetadas crece sobre las rocas húmedas de manantiales y arroyos de montaña; debe su nombre al diminuto tamaño de su flor.
'eSrá' llegando a la Majada Cimera a 1.750 mts.,
con vista al alto de la Hoya Martín Vaquero
Primula farinosa - Primavera de flor bermejaUnos metros más y, tras vadear el arroyo que baja de los altos de la hoya Martín Vaquero, rodeamos una pequeña cota girando hacia la izquierda y desembocando en las praderas de la Majada Cimera de Mazobre, que cuenta con un chozo en ruinas.
Dejamos la Majada Cimera a nuestra espalda y de nuevo cruzamos el arroyo por un tramo salpicado de las Primaveras de flor bermeja que están en todo su esplendor.
Según hemos leído, en la guía de Vidal y David, debemos subir buscando las vaguadas más despejadas de vegetación pues, a partir de aquí, ya no existe senda definida.
Frente a 'Ojolince' despunta nuestro objetivo, el alto de la Hoya Martín Vaquero, con la fracturada peña El Águila a su derecha
Cervus elaphus - Ciervo ♀
Abriéndonos paso entre los claros de vegetación la ascensión es rápida y pronto nos encontramos en una majada abierta.La sorpresa salta a la carrera entre las escobas: una hembra de Ciervo y su retoño del año pasado, salen a toda velocidad tan sorprendidos como nosotros.
Biscutella intermedia - Anteojos menor
Si miramos a nuestros pies, entre el roquedo, resalta el amarillo de un Anteojos menor.
Se trata de un endemismo del norte de la Península Ibérica que crece en los roquedos de la alta montaña. ¡Está claro! Estamos a buena altura.
Consultamos el track que nos indica que debemos remontar el arroyo que baja de la lagunilla de Mazobre que se encuentra a 1.856 mts.
Tan entretenidos vamos y tan alta está la vegetación en este tramo, que no nos damos cuenta que dejamos la laguna a nuestra izquierda y seguimos ascendiendo. Ya tenemos próxima la cuerda que cierra esta hoya.
Vista de la hoya en que se encuentra la Majada Cimera. Al fondo, el Curavacas
Ascendemos los últimos metros para situarnos sobre el cordal a 2.023 mts.
Ganada la cuerda, 'Ojolince' avanza hacia al alto de la Hoya Martín Vaquero
Iberodorcadion albicansInsecto 'Pipa', muy amigable
Fritillaria nervosa - Tablero de Damas
Endemismo del norte peninsular
Ya tenemos enfrente nuestro objetivo: el Alto de la Hoya Martín Vaquero.
La aproximación es rápida y pronto nos encontramos en el collado que da paso a su ascensión.
La ladera es pedregosa pero está tapizada de vegetación que la afianza.
Subimos zigzagueando, buscando el mejor trazado y encontrando bellezas como el Tablero de Damas que, esta seca primavera, se muestran con 'cuentagotas'.
A las dos y media 'Ojolince y Sra.' hacemos cumbre en el Alto de la Hoya Martín Vaquero, a 2.112 mts.
Los altos de la Hoya Martín Vaquero son una sucesión de cotas alineadas hacia el oeste y cuyo recorrido es bien entretenido.
Avanzamos un tramo por esta alineación llena de riscos, piedra disgregada y pequeños laberintos rocosos.
A nuestra derecha (N) el valle del torrente Gustalapiedra y 'Picos' al fondo
A la izquierda (SO) el valle del río Grande, hacia Valverde de la Sierra
Decidimos poner fin a esta incursión por los altos y regresar al collado para comer.
'Ojolince' en una de las cotas del cordal de 2.116 mts., con vista a los altos de Aguasalió
De regreso al alto de la Hoya Martín Vaquero, el Pico Murcia (izda.)
nos muestra su rostro menos conocido
nos muestra su rostro menos conocido
Hacia la otra vertiente del cordal, el alto de la Hoya Martín Vaquero, queda ensombrecido ante el grandioso Espigüete
Efecto 'arcoiris'
El collado que da paso a la peña El Aguila nos resguarda del viento y se convierte en nuestro restaurante improvisado, con una iluminación muy especial.Tenemos encima una especie de arcoiris en combinación con unas caprichosas formas de las nubes que cambian a gran velocidad.
Terminado el almuerzo, subimos al alto de la Hoya Martín Vaquero para retornar por donde le ascendimos.
'Ojolince' en la bajada del Alto de la Hoya Martín Vaquero con vista al Espigüete
Ranunculus amplexicaulis - Ranúnculo de hoja abrazadoraUna vez en el collado, tenemos por delante todo el cordal de aproximación al Espigüete.
Tulipa sylvestris - Tulipán silvestre, el único que crece en la península ibérica, en pastos secos, pedregosos y soleados de alta montaña
Por él avanzamos a buen ritmo, en dirección sur, sin dejarnos ciertas observaciones interesantes.
La senda, algo perdida, discurre por la divisoria de aguas, y nos hace subir dos pequeñas cotas antes del llegar al alto de los Cutulillos (alto de Arra) de 2.042 mts.
Seguimos hasta otra cota inferior desde la que observamos cómo, la corta distancia que nos separa del collado de Mazobre, es un mar de escobas.
Sin pensarlo mucho atravesamos el escobal y alcanzamos el collado.
Una buena rampa nos eleva hasta el alto del collado de Arra.
'Ojolince' llegando al alto del collado de Arra de 2.029 mts.
De éste se baja sin dificultad al collado de Arra de 1.991 mts.
'Ojolince' en el collado de Arra con buenas vistas al Curavacas
Gentiana verna - PastorcillaGirando al este, bajamos por una señalizada vaguada que nos aproxima a las estribaciones del Espigüete.
Este pedregoso descenso nos lleva a la Sima del Anillo. Una gruta por la que desaparece el arroyo que por ella se precipita y aún no se sabe, con certeza, dónde tiene su final.
La enigmática Sima del Anillo, parece no tener fondo
Pulsatilla alpina ssp. cantabrica - Flor del viento
Este entorno está bellamente salpicado de Pastorcillas en las praderas y Lonchites, Doradillas, Alchemillas, Saxifragas... que se nutren de las rocas.
La Flor del viento, algo más escasa, también hace su aparición a esta altitud.
Desde aquí, poco nos falta por descender para unirnos a la senda de la Cascada de Mazobre, donde comenzábamos ruta hace ya bastantes horas.
Una exuberante senda nos conduce, de vuelta, a la cascada de Mazobre
Geum rivale - Cariofilada de agua
Coenonympha pamphilus - Ninfa de Lineo
El día se nos ha pasado 'volando'.. ¡eso sí! llevamos nuestras retinas y cámaras bien repletas y documentadas, con todo lo que hemos podido observar.
La primavera es magnífica en la Montaña Palentina y así nos lo demuestra cada vez que la visitamos.
Hasta pronto.
'Ojolince y Sra.'
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
El recorrido seguido está dibujado en linea azul
DISTANCIA TOTAL -> 13,00 Kms. ASCENSIÓN ACUMULADA -> 1.052 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Circular DIFICULTAD -> Media
TIEMPO TOTAL-> 9 h. 12' DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**
¡Qué gusto leer vuestras entradas! Y admirar las fotos. me encanta la del Escribano cerillo y la víbora. Muy bien se ve la pupila alargada.
ResponderEliminarMenuda jornada buena habéis echado en la Palentina.
Ya estoy deseando pillar fecha para chospar un poco con vosotros allá arriba.
Un abrazo, pareja
Y es que caminar por 'la Palentina' en primavera es una gozadaa!!
EliminarEso sí, la palicilla está asegurada pues es un sinvivir de observaciones que hacen que no encontremos momento para el descanso.
Sabemos que Agosto no es un buen mes para la montaña pero es cuando llegan nuestras vacaciones. A ver si entonces 'chospamos' juntos, Luisfer.
U abrazo de 'Ojolince y Sra.'
Otra de las rutas que me faltan tambien para poder decir que he recorrido toda la integral, algun dia la hare. Que buena la foto de la víbora, hace muchos años que no veo ninguna viva.
ResponderEliminarUn saludo
Poco a poco vamos recorriendo la Palentina que tanto nos gusta y tantos rincones y observaciones tiene por mostrar.
EliminarUn saludo de 'Ojolince y Sra.'
Como siempre, mostrando los buenos lugares. Apetece darse una vueltecilla ... Un abrazo
ResponderEliminarEn verano la montaña se hace más cuesta arriba de lo habitual pero, en cualquier caso, apetece... ¡vaya si apetece darse esa vueltecilla! Un saludo, Francis.
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