Domingo, 30 de Julio de 2.017
Este domingo, vamos decididos hacia la sierra de Guadarrama con intención de buscar un alivio de los rigores del verano.
'Ojolince y Sra.' bien fresquitos, en la chorrerra de La Chorranca
El pinar de Valsaín nos recibe en la sierra segoviana de Guadarrama
Esta primavera realizamos un refrescante recorrido por estos parajes de la sierra norte de Guadarrama: DE LA GRANJA A LA LAGUNA DE LOS PÁJAROS
Phoenicurus ochruros - Colirrojo tizón, en un tocón del aserradero
Hoy, volvemos para adentrarnos en los inmensos pinares de Valsaín en busca de sus sorprendentes rincones.
A las diez, salimos del aserradero que hay en La Pradera de Navalhorno (Valsaín), dejando nuestro vehículo cobijado en buena sombra, junto al de otras personas más madrugadoras.
Pyronia tithonus
Lobito agreste
Lobito agreste
El sendero parte de la misma trasera del aserradero y pertenece a uno de los recorridos de los Reales Sitios de la Granja de San Ildefonso.
Se reconoce esta realeza pues, este paseo nos lleva flanqueados de señoriales robles que, un kilómetro más adelante, dejan paso al Pino de Valsaín.
Hipparchia hermione
Banda acodada
Banda acodada
Los altos, estilizados y rojizos 'Silvestres' Pinus sylvestris ya nos acompañarán durante todo el recorrido, siendo su corteza, el lugar de algunas de nuestras observaciones...
Apareamiento de Banda acodada
mosca robusta y de colores brillantes
Vamos siguiendo este real camino atravesando el arroyo de la Chorranca por el Puente del Vado de los Tres Maderos y sin tomar ninguno de los desvíos que nos encontramos.
Tomamos el sendero a nuestra derecha que, en buen ascenso por la Peña de los Acebos, nos aproxima a la Fuente de las Tres Varas.
'eSrá' se refresca con el pequeño chorro que nace de la Fuente de las Tres Varas
Pernis apivorus - Abejero europeo
El camino, ahora convertido en senda, asciende junto a un pequeño cauce por el que discurre poca agua.
Aún así, esta reguera sirve de bebedero a numerosos pajarillos que viven en estos bosques.
Enseguida concluye esta senda en una planicie donde se inicia la ascensión al Cerro del Moño de la Tía Andrea.
'eSrá' junto a un 'Silvestre' que señaliza el arranque de la subida al Cerro
Cordulegaster boltonii - Libélula tigre,
frecuente en arroyos y charcas de montaña
Este cerro es una cota de escasos 1.700 mts. a la que se accede por su cara sureste.
En seguida llegamos a su cima y reconocemos La Silla del Rey, con una inscripción que dice:
“El 23 de Agosto de 1.848 se sentó S. M. Don Francisco de Asís de Vorvón”.
'Ojolince y Sra.' sendados en la Silla del Rey el 30 de Julio de 2.017
Suponemos que en aquellos años, los pinos Valsaín no habían adquirido la altura de hoy día, y las vistas desde la afamada silla eran mejores que las que hoy nos ofrece.
De vuelta a la planicie, localizamos un campo de Hierba de Santiago Senecio jacobaea visitado por un sinfín de polinizadores.
A saber:
Dorada linea larga,
C blanca,
Lobito agreste,
Medioluto ibérica,
Manto de oro,
Sofía,
Pandora, ,
Canela estriada,
Morena,
Náyade ...
Lampides boeticus - Canela estriada
En este mismo lugar hay una intersección de caminos.
Tomamos justo el que parte de frente a la senda de ascensión al cerro.
Linaria nivea, de textura y color que recuerdan a la nieve
(endemismo del Sistema Central)
Este sendero, de nuevo en ascenso, nos guía durante poco menos de un kilómetro hasta dar con otra área despejada, donde da un brusco giro a la izquierda.
Avispa de la arena de banda roja
Esta delgada avispa de grandes ojos, se alimenta del néctar de las plantas, aunque utiliza su aguijón para paralizar a sus presas y guardarlas como alimento para sus larvas, en cavidades que previamente ha excavado y acomodado
Justo en la curva, es el momento de abandonar el sendero e introducirnos en el pinar.
En dirección sur, seguimos una trocha poco marcada que nos permite avanzar entre helechos, torviscos, acebos, espinos.. quienes conforman el sotobosque de Valsaín.
Hiparchia semele - Sátiro común
Ahora, más que por la vista, nos guiamos por el oído.
El rumor del agua nos guía hasta las inmediaciones del arroyo de la Chorranca, cuyo curso encontramos unos metros más abajo.
Seguimos la senda que discurre junto al arroyo, disfrutando de sus bonitos saltos y caídas de agua.
Pensamos que éste es un lugar con un encanto muy especial, y decidimos aprovechar estos momentos disfrutando en él durante el almuerzo, pues ya son las dos de la tarde.
Ranunculus flammula - Hierba flámula
Erythacus rubecula - Petirrojo, juvenil
La vida junto al agua se engrandece y son otras las especies que nos encontramos aquí.
Clavelillos, hipéricos, clinopodios, hierba flámula e incluso una onagrácea muy escasa y poco común en el Sistema Central: Epilobium anagallidifolium.
Se está muy agusto junto a la Chorranca, sin embargo, hemos de proseguir camino...
Tyria jacobaeae - Polilla Cinabrio en Hierba de Santiago, su planta nutricia
Siguiendo el curso del arroyo por su margen derecho, medio kilómetro más abajo le atravesamos sin complicaciones, pues baja casi seco.
Ahora, por la margen izquierda, avanzamos en dirección a la cueva del Monje.
Antes de dar continuidad a este sendero, nos desviamos unos metros para ir a conocer la Fuente de la Cruz o de Abastos.
Pieris napi - Blanca verdinervada
El manantial aflora de la tierra y podemos probar sus frescas aguas en tacita de cristal, gracias a que dispone de tres de ellas bien ordenadas en el tronco de un pino.
Retomado el camino en pocos minutos llegamos a la cueva del Monje.
Capricho de la naturaleza envuelto en leyendas, conjunto dolménico prehistórico construido con fines de enterramiento...
¡A saber!
De lo que no cabe duda es que la agrupación granítica preside un enigmático rincón de vistas esplendorosas.
Abandonamos este rellano de la montaña guadarrameña retomando la pista que traíamos para, cien metros más adelante y mediante una bifurcación a nuestra izquierda, adentrarnos en el bonito robledal que tapiza las faldas del Cerro del Puerco.
El conjunto de fortificaciones es de notable extensión y según le vamos recorriendo nos damos cuenta de que constituye un ejemplo de la arquitectura bélica del s.XX.
Muro defensivo de más de 30 metros de longitud y dos de altura
Iphiclides podalirius ssp. feisthamelii - Chupaleches
Recorrido el fortín que va rodeando el cerro, nos abrimos paso entre grandes jara-estepas y brezos blancos, enebros y piornos, hasta unirnos a la senda que, en rápido descenso, nos devuelve al aserradero de Valsaín.
'Ojolince y Sra.'Apareamiento de Banda acodada
Garrulus glandarius - Arrendajo, Jayo, Gaio...
Fam. Tachinidaemosca robusta y de colores brillantes
Vamos siguiendo este real camino atravesando el arroyo de la Chorranca por el Puente del Vado de los Tres Maderos y sin tomar ninguno de los desvíos que nos encontramos.
Podarcis muralis - Lagartija roquera
Tres cuartos de hora más tarde llegamos a la Tolla de los Guindos, donde se nos presenta una bifurcación.Tomamos el sendero a nuestra derecha que, en buen ascenso por la Peña de los Acebos, nos aproxima a la Fuente de las Tres Varas.
'eSrá' se refresca con el pequeño chorro que nace de la Fuente de las Tres Varas
Pernis apivorus - Abejero europeo
El camino, ahora convertido en senda, asciende junto a un pequeño cauce por el que discurre poca agua.
Aún así, esta reguera sirve de bebedero a numerosos pajarillos que viven en estos bosques.
Sitta europaea - Trepador azul
Enseguida concluye esta senda en una planicie donde se inicia la ascensión al Cerro del Moño de la Tía Andrea.
'eSrá' junto a un 'Silvestre' que señaliza el arranque de la subida al Cerro
Cordulegaster boltonii - Libélula tigre,
frecuente en arroyos y charcas de montaña
Este cerro es una cota de escasos 1.700 mts. a la que se accede por su cara sureste.
En seguida llegamos a su cima y reconocemos La Silla del Rey, con una inscripción que dice:
“El 23 de Agosto de 1.848 se sentó S. M. Don Francisco de Asís de Vorvón”.
'Ojolince y Sra.' sendados en la Silla del Rey el 30 de Julio de 2.017
Suponemos que en aquellos años, los pinos Valsaín no habían adquirido la altura de hoy día, y las vistas desde la afamada silla eran mejores que las que hoy nos ofrece.
Eso sí, a la bajada del cerro, nos gusta mucho la imagen del Peñalara y los pinares de Valsaín
Ochlodes sylvanus - Dorada de orla anchaDe vuelta a la planicie, localizamos un campo de Hierba de Santiago Senecio jacobaea visitado por un sinfín de polinizadores.
A saber:
Polygonia c-album - C blanca
Dorada de orla ancha,Dorada linea larga,
C blanca,
Lobito agreste,
Medioluto ibérica,
Manto de oro,
Sofía,
Pandora, ,
Canela estriada,
Morena,
Náyade ...
Lampides boeticus - Canela estriada
En este mismo lugar hay una intersección de caminos.
Tomamos justo el que parte de frente a la senda de ascensión al cerro.
Linaria nivea, de textura y color que recuerdan a la nieve
(endemismo del Sistema Central)
Este sendero, de nuevo en ascenso, nos guía durante poco menos de un kilómetro hasta dar con otra área despejada, donde da un brusco giro a la izquierda.
Lycaena virgaureae -
Manto de oro
Ammophila sp.Avispa de la arena de banda roja
Esta delgada avispa de grandes ojos, se alimenta del néctar de las plantas, aunque utiliza su aguijón para paralizar a sus presas y guardarlas como alimento para sus larvas, en cavidades que previamente ha excavado y acomodado
'Esrá' acaba de abandonar el buen sendero para introducirse al pinar
Melanargia lachesis - Medioluto ibérica
Justo en la curva, es el momento de abandonar el sendero e introducirnos en el pinar.
En dirección sur, seguimos una trocha poco marcada que nos permite avanzar entre helechos, torviscos, acebos, espinos.. quienes conforman el sotobosque de Valsaín.
Hiparchia semele - Sátiro común
Ahora, más que por la vista, nos guiamos por el oído.
El rumor del agua nos guía hasta las inmediaciones del arroyo de la Chorranca, cuyo curso encontramos unos metros más abajo.
Seguimos la senda que discurre junto al arroyo, disfrutando de sus bonitos saltos y caídas de agua.
'eSrá' y el arroyo de la Chorranca
El sendero serpentea en descenso junto al arroyo, y nos lleva a la cabecera y después al pie del salto. Una cascada de más de 20 mts. con caída sobre una bonita poza.Pensamos que éste es un lugar con un encanto muy especial, y decidimos aprovechar estos momentos disfrutando en él durante el almuerzo, pues ya son las dos de la tarde.
Ranunculus flammula - Hierba flámula
Hypericum perforatum - Hierba de San Juan
Erythacus rubecula - Petirrojo, juvenil
La vida junto al agua se engrandece y son otras las especies que nos encontramos aquí.
Clavelillos, hipéricos, clinopodios, hierba flámula e incluso una onagrácea muy escasa y poco común en el Sistema Central: Epilobium anagallidifolium.
Coenonympha arcaria - Ninfa perlada
Se está muy agusto junto a la Chorranca, sin embargo, hemos de proseguir camino...
Tyria jacobaeae - Polilla Cinabrio en Hierba de Santiago, su planta nutricia
Aricia cramera - Morena
Siguiendo el curso del arroyo por su margen derecho, medio kilómetro más abajo le atravesamos sin complicaciones, pues baja casi seco.
Fuente de la Cruz o de Abastos, con su servicio de tacitas de cristal colgadas de un pino
Ahora, por la margen izquierda, avanzamos en dirección a la cueva del Monje.
Antes de dar continuidad a este sendero, nos desviamos unos metros para ir a conocer la Fuente de la Cruz o de Abastos.
Pieris napi - Blanca verdinervada
El manantial aflora de la tierra y podemos probar sus frescas aguas en tacita de cristal, gracias a que dispone de tres de ellas bien ordenadas en el tronco de un pino.
Retomado el camino en pocos minutos llegamos a la cueva del Monje.
'Ojolince' y la cueva del Monje
Argynnis pandora - Pandora
Capricho de la naturaleza envuelto en leyendas, conjunto dolménico prehistórico construido con fines de enterramiento...
¡A saber!
De lo que no cabe duda es que la agrupación granítica preside un enigmático rincón de vistas esplendorosas.
'Ojolince y Sra.' y Peñalara desde la Cueva del Monje
Celastrina argiolus - NáyadeAbandonamos este rellano de la montaña guadarrameña retomando la pista que traíamos para, cien metros más adelante y mediante una bifurcación a nuestra izquierda, adentrarnos en el bonito robledal que tapiza las faldas del Cerro del Puerco.
'eSrá' en el robledal de camino al Cerro del Puerco
Como siempre, esta montaña, nos regala alguna de sus sorpresas. Hoy, un fugaz encuentro...
Capreolus capreolus - Corzo
Ascendemos los metros que nos separan del cerro, quién nos recibe con un alto muro defensivo de la Guerra Civil, envuelto entre algunos robles.
'eSrá' sobre una de las fortificaciones del cerro del Puerco, con grandes vistas
Zona defensiva de troneras, con el Peñalara al fondo
Este cerro fue convertido en un fortín durante la guerra civil, y en él se libró parte de la batalla de La Granja.El conjunto de fortificaciones es de notable extensión y según le vamos recorriendo nos damos cuenta de que constituye un ejemplo de la arquitectura bélica del s.XX.
Muro defensivo de más de 30 metros de longitud y dos de altura
Iphiclides podalirius ssp. feisthamelii - Chupaleches
Recorrido el fortín que va rodeando el cerro, nos abrimos paso entre grandes jara-estepas y brezos blancos, enebros y piornos, hasta unirnos a la senda que, en rápido descenso, nos devuelve al aserradero de Valsaín.
El embalse del Pontón desde la bajada del cerro del Puerco
PLANO Y PERFIL DEL RECORRIDO
DISTANCIA TOTAL -> 13,00 Kms ASCENSIÓN ACUMULADA -> 579 mts.
TIPO DE TRAZADO -> Circular DIFICULTAD -> Baja
TIEMPO TOTAL -> 7 h. 30' DESCARGA DEL TRACK
GRÁFICA DEL RECORRIDO
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**
Estupendo recorrido ..... y mejores explicaciones. Como siempre una delicia de excursión virtual !!. Un abrazo y suerte !!!
ResponderEliminarYa sabes que a 'Ojolince y Sra.' nos alegra tu opinión y la valoramos sobremanera.
EliminarRecibe nuestro saludo y agradecimiento desde tierra de pinares, Francis.
Como nos tenéis acostumbrados, impecable descripción de la ruta. Tiene muy buena pinta, así que la podré en la lista de pendientes, para cuando venga por esta zona.
ResponderEliminarPor cierto, preciosa la foto del corzo.
Un abrazo, pareja
Lo cierto que es nos tiene muy sorprendidos esta parte de la sierra de Guadarrama, de la que aún tenemos muchos rincones por descubrir.
EliminarMuchas gracias, Luisfer. ¡Así da gusto escribir y compartir crónicas!
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Precioso recorrido, me ha encantado. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarA 'Ojolince y Sra.' nos alegra que así sea.
Es interesante de principio a fin y para cualquier época del año.
Un saludillo.
Buena ruta que ya conozco y que volveré a hacer en cuanto pueda pues me encantó, al igual que vuestro reportaje. Con corzo incluido!, le pasa algo en el cuello o es un efecto óptico?
ResponderEliminarLe pasa, le pasa, Dani.
EliminarNo sabemos muy bien qué, pero parecía tener desprendido parte de la piel del cuello que llevaba colgando. Un enganchón, un mordisco... a saber. Aunque parecía encontrarse en plena forma, jeje.
Muchas gracias por tu visita.
Hasta pronto.
Buena ruta y seguramente mucho menos transitada que las que se hacen por la cara sur de la sierra que esta excesivamente masificada. Como siempre excelentes fotos y descripciones.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, Luis.
EliminarGuadarrama, por su vertiente norte, tiene una menor afluencia de visitantes aunque sigue estando en el radio de alcance de la gran capital.
Nos encontramos con montañeros y ciclistas durante toda la mañana, hasta el salto de la Chorranca; el resto del recorrido ya lo hicimos en solitario.
'Ojolince y Sra.' agradecemos tus palabras.
Un saludo.
"Perderse" en verano durante unas horas por estos montes históricos, es un privilegio y un milagro. Un privilegio, por el ambiente natural y fresco que se respira, que se ve, se palpa, se bebe... Un milagro, porque gracias a la regular gestión forestal que se ha realizado históricamente, siguen vivos.
ResponderEliminarEnhorabuena por otro maravilloso reportaje.
Un saludo.
No creas J.Antonio que no nos damos cuenta de ello cada vez que visitamos la sierra de Guadarrama.
EliminarCon la presión que sufre en cualquier época del año, es un auténtico 'milagro' que se encuentre en esa plenitud.
¡Disfrutemos de ella siempre que podamos!
Muchas gracias por tu visita y aportación, siempre tan acertada.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'