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Por el valle de Tosande y sus cumbres

Sábado, 26 de Febrero de 2011
Ejemplares de Taxus baccata

El Valle de Tosande es uno de los más bellos reductos para la observación de flora y fauna propias de la montaña Palentina en su vertiente del alto Pisuerga.

Hoy día existe una ruta señalizada a lo largo del profundo tajo verde abierto entre las cumbres del Macizo de la Peña que se conoce como:
 La senda de la Tejeda de Tosande por alcanzarse siguiendo ésta uno de los escasísimos tejedos de Europa, quizá el de mayor antigüedad.

Salimos de casa tempranito, para realizar la parada de rigor en el bien ubicado pueblo de Cervera de Pisuerga.
 Menos mal que los panaderos ya habían hecho su trabajo y, una vez comprado el pan y tomado nuestro café, nos dirigimos al aparcamiento habilitado para el acceso a la ruta, junto al pueblo de Dehesa de Montejo.
Emberiza cia (E. montesino)

A poco más de las nueva y media comenzamos a caminar por una pista inclinada que, en pocos metros, nos hace cruzar un pequeño acueducto sobre el que discurre el ferrocarril de Bilbao - La Robla.

En este corto trayecto ya hemos escuchado diversos cantos de los escribanos montesinos y escribanos cerillos, mitos, pinzones y jilgueros.
Peña Cantoral 1.792 mts
Además de los avisos de los ruidosos arrendajos y los sonoros y variados trinos del mirlo común y su primo el zorzal.
También nos salió al paso un chochín e intentamos seguir durante un rato las acrobacias de un rellezuelo sencillo.


Paralelo al camino discurre un arroyo de abundante agua y siguiendo este curso se llega a una antigua mina de carbón donde nos detuvimos unos minutos para contemplar desde ahí, la bonita estampa de la Peña Cantoral.

El camino nos va introduciendo en un bello robledal y, ya entre las primeras rocas calizas que conforman las bases de las cumbres del Macizo de la Peña, van apareciendo las manchas de encinas, quejigos y rebollos entremezcadas con brezos y escobas, además de espinos y diferentes variedades de juníperos.
A lo largo del camino nos encontramos también otras especies menos abundantes aunque también representativas como los avellanos, mostajos y acebos.
Robledal de Melojo o Rebollo Quercus pyrenaica     Ladera sur (a nuestra derecha) bosque mixto de encina y quejigo
Para alcanzar el verdadero valle debemos rebasar el Portillo de los Novios. Se trata de un estrecho desfiladero entre altos roquedos que, sin mayor dificultad se atraviesa en pocos minutos.
A su salida existe una nueva cancela ganadera que evita el paso del ganado que allí se alimenta y pertenece a los pueblos de Dehesa de Montejo, Ruesga, Ventanilla y San Martín de los Herreros.
              Puente hacia "los tejos milenarios"
A poco trecho nos encontramos con el recién construído puente que permite tomar camino hacia la obligada visita a "los tejos milerarios de Tosande" que nosotros, dejaremos para otra ocasión.
Dejando el desvío del puente a nuestra izquierda, nos adentramos en el verdadero valle  y, al poco tiempo, podemos contemplar las cumbres de Peña Oracada (u Horadada) 1.818 mts. y el resto de los picos del conocido como Macizo de la Peña.

De izquierda a derecha: Pico del Campillo 1.693 mts., Silla grande y Silla pequeña 1.802 mts.y al fondo, el alto del Burrián 1.789 mts. y el Pico Burrián, hacia donde nos dirigimos.
En esta amplia pradería descansa habitualmente el ganado y está salpicada de grandes espinos albares que le sirven de sombra; además contemplamos las laderas de roca caliza con dispersas sabinas y una continuidad del bosque hayas y robles en las laderas de nuestra izquierda, abundando también el acebo que resalta entre el bosque caducifolio, así como las encinas que se encaraman por la falda derecha.
Pradería del valle de Tosande

El camino se vuelve más serpenteante y desdibujado porque nos aproximamos al fondo del valle, lugar conocido como Hoyo Serna.

A una corta distancia de aquí se presenta el desfiladero que toma dirección a los pueblos de Ventanilla y San Martín de los Herreros.

Pero nosotros no tomamos esa dirección sino que aquí decidimos comenzar la ascensión que nace a nuestra izquierda en dirección al alto de Burrián.

Tuvimos que optar por la improvisación puesto que no existen senda, ni hitos y, además comenzaban a aparecer las primeras manchas de nieve.

Como es habitual las vistas del valle recorrido, a poco que ganamos altura, son excepcionales.
Valle de Tosande
Llegamos a un sesteadero de ciervos en el que había abundantes huellas y marcas de descanso; desde aquí aún resta una buena subida hacia donde nos dirigimos.
Avanzamos con cierta dificultad al tener que sortear una zona de grandes y leñosas escobas; seguimos las huellas de los ciervos que sabiamente nos guían para encontrar el mejor paso y al salir de él levantamos un grupillo de perdices que allí descansaba. También salieron "por pies" un par de hermosos machos de ciervo ¡qué velocidad punta! ¿cómo no tropiezan entre tanta escoba y roca?                                    Cervus elaphus
Por fin, alcanzamos nuestro primer collado del día, el de la Majada de los Tejos, desde donde podemos contemplar las altas cumbres de la montaña Palentina.

Descendemos a este valle y remontamos el nuevo collado que tenemos enfrente que se conoce como collado de Tosande.

Ahora si que son buenas las vistas de las montañas del Parque Natural de Fuentes Carrionas, con el imponente Curavacas destacando entre todas ellas.
Después de disfrutar de este espacio natural, rodeados de cumbres y animada actividad montañera (nos encontramos otros dos grupos descansando aquí), bebimos y comimos algo para reponer fuerzas y comenzamos el descenso al valle de Tosande por el canal natural que procedente del fondo del valle.
 Una mirada atrás nos reserva esta vista con el alto del Burrián de fondo.

Rápidamente alcanzamos la bifurcación en la que el valle de Tosande queda a nuestra derecha y que tomaremos para, una vez superado el desfiladero estrecho entre las peñas de roca caliza, alcanzar el antiguo chozo de piedra que indica que hemos llegado a Hoyo Serna.
Potro, en su hora de descanso
También aquí encontramos un grupo de montañeros con perro incluído, almorzando en el derruído chozo.

Nosotros seguimos avanzanzando por el arroyo de Tosande (desandando el camino de esta mañana) hasta alcanzar una zona más amplia donde desplegar nuestro pic-nic.

Este fue amenizado por la actividad de los habituales pobladores del valle: ardilla, lagartija ibérica, petirrojo, colirrojo tizón...
Sciurus vulgaris                                                                 Podarcis hispanica
Y para nosotros, el pequeño-gran protagonista del día...
Parus palustris (Carbonero palustre - Marsh Tit)

La vuelta se convirtió en un cómodo paseo con una temperatura agradable y una variedad imponente de flora que determinar; aunque aún temprano para las herbáceas; los musgos, líquenes y helechos muestran todo su esplendor.

GRAFICA DEL RECORRIDO 
MAPA Y PERFIL
Distancia total -> 17 Kms.
Desnivel -> 487 mts.
Tipo de trazado -> lineal
Dificultad -> media - baja
Tiempo total -> 7 horas, con bastantes paradas
El itinerario seguido está dibujado en línea roja
 Después de más de siete horas de marcha, llegamos al aparcamiento donde dejamos el coche y recopilamos toda la información de la ruta.
Cerramos esta entrada con una panorámica del Macizo de la Peña, desde su cara sur, tomada de vuelta a casa. Saludos desde Pucela.
Ojolince y sra.
**SED CONSCIENTES DE VUESTRAS LIMITACIONES PORQUE LA MONTAÑA PONE A CADA UNO EN SU SITIO**

2 comentarios:

  1. Bonita ruta. Me gusta especialmente la foto de los dos ciervos a la carrera, ¡ tiene mucha fuerza! y muy chulo tambien el carbonero palustre.
    Saludos
    Pedro Decimavilla

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  2. Saludos desde la Bitacora de Lanchero y enhorabuena por la magnifica ruta por ese hermoso valle. Pise esos hermosos parajes hace ya bastante tiempo, aunque me centre mas en la maravillosa y espectacular tejeda. Y como dice Pedro Decimavilla, a mi tambien me ha impactado la espectacular foto de los dos altivos ciervos.
    Saludos de Lanchero para Ojolince y Sra y permanezco a la escucha.

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