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Los pequeños...ya más que volanderos

Laguna de Duero, 31 de Agosto de 2010
En este periodo de final del verano, el mayor número de observaciones se corresponde con los pequeños volanderos de diferentes especies y aquí dejo muestra de los que hemos podido capturar para la nuestra colección de pequeños.
Hirundo rustica
En las inmediaciones del canal de Duero
que pasa cerca de nuestro pueblo y,
a lo largo de un paseo que recorre el mismo
hemos hecho muchas de estas observaciones.

Las golondrinas, ya preparando su marcha,
animan a hacer prácticas de vuelo a sus polluelos.





También por allí cerca, andaba un joven de oropéndola, bien camuflado.
Aunque, sus efusivas y frecuentes llamadas de atención hacia sus progenitores hicieron fácil su localización.... bueno, fácil es mucho decir...





Oriolus oriolus

Emberiza cia
En un majuelo o espíno albar
 Crataegus monogina,
y bien pertrechado se resguardaba un joven
de escribano montesino, esperando
un mejor momento para echar a volar.

Una pena que las ramas de otro árbol
le hiciesen sombra en la cabeza,
pero se intuyen los incipientes rasgos
negruzcos de la "M" invertida, característica
diferenciable en esa especie.










Otro que jugaba al escondite era el coqueto polluelo de petirrojo.
Pero esta ave es, a la vez muy curiosa y, como dice el refrán..."la curiosidad mató al gato", en esta ocasión sirvió para "afotar al peti", y ¡vaya primer plano!
Erithacus rubecula

Este año hemos visto (y sobre todo oído) varias familias de oropéndolas criando por esta zona; así como de alcaudón común que, en el caso que nos ocupa, ha sacado dos polluelos igual de pintorescos...
Lanius senator

El joven de verderón tampoco desmerece nada la especie, ya que poco a poco va cobrando sus bonitos colores que hacen honor a su nombre.
Carduelis chloris
Pero, los más abundantes en esta época del año son, sin duda alguna, los papamoscas cerrojillos que, con sus idas y venidas de una ramita a otra para capturar insectos en vuelo, hacen las delicias de los nos consideramos aficionados a la observación.
Todos los años, llegadas estas fechas, comienza en el canal del Duero (y en otros espacios naturales semejantes) la abundancia de papamoscas. Un incesante paso de ellos durante buena parte del mes de Septiembre, dirigiéndose hacia sus cuarteles de invierno.
También les acompañan (aunque algo más tardíos) los papamoscas grises, de los que no puedo dejar constancia porque aún no hemos visto ninguno... pero todo llegará.
Ficedula hypoleuca
Hasta pronto, amigos de ojolince.
Un saludo desde Pucela.

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